CANARIAS

Dos submarinistas, muertos en una cueva al sur de Tenerife

Dos submarinistas, Jens Steiner, de 16 años de edad, y Henry Sarpentin, de 38, murieron en una cueva marina al sur de Tenerife, al quedar atrapados a unos 30 metros de profundidad. Hace cuatro años perecieron en el mismo lugar otras dos personas, Juan Benítez y François Rubois, este último colaborador del comandante Cousteau.

Los cadáveres de Steiner y Sarpentin fueron rescatados en la tarde del sábado, al día siguiente del suceso, por miembros del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil, que hubieron de superar grandes dificultades en esta operación. La cueva...

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Dos submarinistas, Jens Steiner, de 16 años de edad, y Henry Sarpentin, de 38, murieron en una cueva marina al sur de Tenerife, al quedar atrapados a unos 30 metros de profundidad. Hace cuatro años perecieron en el mismo lugar otras dos personas, Juan Benítez y François Rubois, este último colaborador del comandante Cousteau.

Los cadáveres de Steiner y Sarpentin fueron rescatados en la tarde del sábado, al día siguiente del suceso, por miembros del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil, que hubieron de superar grandes dificultades en esta operación. La cueva, que desde la muerte de los dos submarinistas ocurrida anteriormente era considerada un lugar muy peligroso, consta de dos estrechas galerías, de menos de un metro de ancho en algunos de sus tramos. Está situada a unos 300 metros de la costa de Los Cristianos, en el sur de Tenerife.

El joven Jens Steiner, que estaba en la isla de vacaciones con su familia, se había "sumergido en el mar junto a otro submarinista que pretendía filmar la zona en la que se encuentra la cueva. Henry Sarpentin, propietario y monitor del club Poseidón, dedicado a actividades subacuáticas, había llegado con ambos hasta el lugar en una embarcación, junto a otros nueve submarinistas. Al darse entre el grupo la voz de alarma de la desaparición de Steiner, Sarpentin se lanzó ál agua para intentar localizarlo, ante el temor de que se hubiera introducido en la citada cueva. Ninguno de los dos lograría salir con vida de ella.

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