EE UU y la Unión Soviética se comprometen ante el COI a evitar malentendidos

La reunión extraordinaria de la comisión ejecutiva del Comité Olímpico Internacional (COI) resultó ayer "muy positiva", según el presidente del COI, Juan Antonio Samaranch, y posibilitó un mutuo compromiso entre las delegaciones de Estados Unidos y la Unión Soviética para, a través de contactos diarios, impedir en lo sucesivo cualquier malentendido que pudiera poner en peligro la intervención de la URSS y otros países del Este en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles.

Esta sesión de Lausana había sido promovida por el delegado soviético, Marat Gramov, para exponer al COI sus quejas y sus ...

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La reunión extraordinaria de la comisión ejecutiva del Comité Olímpico Internacional (COI) resultó ayer "muy positiva", según el presidente del COI, Juan Antonio Samaranch, y posibilitó un mutuo compromiso entre las delegaciones de Estados Unidos y la Unión Soviética para, a través de contactos diarios, impedir en lo sucesivo cualquier malentendido que pudiera poner en peligro la intervención de la URSS y otros países del Este en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles.

Esta sesión de Lausana había sido promovida por el delegado soviético, Marat Gramov, para exponer al COI sus quejas y sus exigencias de que se aplique la Carta Olímpica para confirmar la intervención en los juegos de sus atletas. Peter Ueberroth, el delegado estadounidense, intentó demostrar ante su colega y el presidente del COI, Samaranch, y sus tres vicepresidentes, Guirandou (Costa de Marfil), Siperco (Rumanía) y Kumar (India), que los recelos soviéticos son infundados. La discusión entre Gramov y Ueberroth se centró en el asunto relativo a los grupos nacionalistas que podrían atentar contra la representación soviética. Gramov adujo que, según informaciones publicadas en la Prensa, esos grupos ascienden a 165 y que, en total, compren den a unos 30 millones de personas, lo que supone una amenaza muy seria.

Ueberroth, por su parte, redujo su importancia y trascendencia calificándolos con el término de "grupúsculos".

Gramov reiteró que "los deportistas de la URSS tienen el firme propósito de participar en los Juegos Olímpicos de Los ÁngeIes -siempre que la Carta Olímpica sea respetada", mientras que Ueberroth insistió en que, por supuesto, "se respetará".

Algunos de los acuerdos divulgados en la oportuna conferencia de Prensa son los siguientes: "el comité nacional de la URSS o cualquier otro no tendrá que presentar lista alguna en las embajadas, sino que los atletas que determine serán acreditados", "todos los miembros de las delegaciones, incluídos los acompañantes, tendrán libre acceso a los lugares de entrenamientos, estadios y residencias antes y durante el desarrollo de los juegos" y "los barcos anclados en el puerto de Los Ángeles (la URSS piensa enviar abastecimientos en ellos) en las fechas olímpicas, deberán conformarse estrictamente a las leyes internacionales y a los usos de hospitalidad".

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