Cartas al director

La ocupación de viviendas

Todos los padres tienen la obligación y, por tanto, el derecho a educar a sus hijos en un ambiente y con unos medios mínimamente dignos. No deseo justificar la ocupación ilegal de viviendas, pero ello no es óbice para que comprenda las circunstancias y la consiguiente actitud.Lo totalmente incomprensible y dantesco es la actitud de las denominadas Fuerzas de Orden Público (EL PAIS, 11 de abril de 1984) ante dichas ocupaciones. No voy a mostrar extrañeza, pues mentiría, ante lo reiterativo de verdaderas atrocidades con las que, día sí y día no, nos deleitan algunos de esos señores, a los que to...

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Todos los padres tienen la obligación y, por tanto, el derecho a educar a sus hijos en un ambiente y con unos medios mínimamente dignos. No deseo justificar la ocupación ilegal de viviendas, pero ello no es óbice para que comprenda las circunstancias y la consiguiente actitud.Lo totalmente incomprensible y dantesco es la actitud de las denominadas Fuerzas de Orden Público (EL PAIS, 11 de abril de 1984) ante dichas ocupaciones. No voy a mostrar extrañeza, pues mentiría, ante lo reiterativo de verdaderas atrocidades con las que, día sí y día no, nos deleitan algunos de esos señores, a los que todos los sufridos contribuyentes abonan sus salarios.

El desocupar un piso, aunque sea ilegalmente ocupado, a base de botes de humo, sin importarles en absoluto que en su interior hubiese niños; la violencia atroz y desmesurada ante los que trataban de impedir la entrada policial a las viviendas, todo ello no puede tener otro calificativo que el de barbarie.

Esperemos que algún día no lejano los vándalos uniformados no tengan lugar en unos cuerpos destinados a la protección de todos los ciudadanos, sea cual sea su categoría social. /

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