Cartas al director

Cuba-84

La reciente visita de Castro ha servido para que los sectores reaccionarios desataran una campaña de distorsión de lo que ha hecho Cuba desde la caída de Batista. Quienes tuvimos la oportunidad de vivir en Cuba durante los primeros años de la revolución y hemos vuelto a ella ahora, podemos afirmar que el progreso alcanzado, en especial en el campo de la ense-Pasa a la página 12 Viene de la página 11

ñanza, sanidad, deporte, alimentación e industria, ha sido tan grande que sólo se puede conseguir con un Gobierno -o revolución- socialista. Cuba quedó prácticamente sin técnic...

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La reciente visita de Castro ha servido para que los sectores reaccionarios desataran una campaña de distorsión de lo que ha hecho Cuba desde la caída de Batista. Quienes tuvimos la oportunidad de vivir en Cuba durante los primeros años de la revolución y hemos vuelto a ella ahora, podemos afirmar que el progreso alcanzado, en especial en el campo de la ense-Pasa a la página 12 Viene de la página 11

ñanza, sanidad, deporte, alimentación e industria, ha sido tan grande que sólo se puede conseguir con un Gobierno -o revolución- socialista. Cuba quedó prácticamente sin técnicos ni profesionales. De los 6.000 médicos existentes en 1959 se marcharon más de 3.000, sin importarles lo más mínimo el estado en que quedaba Cuba en materia sanitaria, preocupados por poder ejercer su libertad de sacarles el dinero a los enfermos. Ahora Cuba tiene más de 20.000 médicos, y ha planificado llegar a los 60.000, con lo que estará a la cabeza del mundo. La asistencia médica incluye ahí la odontología en todas sus facetas, e igualmente la cirugía, tanto la estética como la plástica, que son totalmente gratuítas. El paro es inexistente, y no hay problema de seguridad ciudadana ni de droga.

¿Y la libertad? Si analizamos con seriedad el ¿para qué? y ¿para quiénes sirven las libertades, la democracia y la justicia en muchos de los países llamados libres?, tendremos que reconocer que ellas, y la misma justicia, están en no pocas ocasiones condicionadas o supeditadas al poder económico del ciudadano. ¿Para qué y para quiénes sirve la libertad, la democracia y la justicia en la Cuba socialista? Para terminar con las injusticias y las desigualdades. Si nuestra clase trabajadora tuviera la oportunidad real y objetiva de conocer la realidad cubana, con sus errores y sus aciertos, seguro que la inmensa mayoría se solidarizaría con ella./

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