Las encuestas señalan una ligera ventaja de Mondale en las primarias de Nueva York

La mayoría de las encuestas conceden una pequeña ventaja al ex vicepresidente Walter Mondale frente al senador por Colorado Gary Hart y el reverendo Jesse Jackson, en las elecciones primarias del Estado de Nueva York, que se disputarán mañana, y en las que hay en juego 285 delegados para la convención demócrata que se inicia el 16 de julio en San Francisco, en la que se designará al hombre que disputará la Presidencia a Ronald Reagan el 6 de noviembre.

En el último asalto, hasta ahora, de la carrera por la designación, Mondale obtuvo una clara victoria el pasado sábado en los ...

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La mayoría de las encuestas conceden una pequeña ventaja al ex vicepresidente Walter Mondale frente al senador por Colorado Gary Hart y el reverendo Jesse Jackson, en las elecciones primarias del Estado de Nueva York, que se disputarán mañana, y en las que hay en juego 285 delegados para la convención demócrata que se inicia el 16 de julio en San Francisco, en la que se designará al hombre que disputará la Presidencia a Ronald Reagan el 6 de noviembre.

En el último asalto, hasta ahora, de la carrera por la designación, Mondale obtuvo una clara victoria el pasado sábado en los caucuses de Kentucky (donde ya se celebró una primera vuelta el 17 de marzo) y obtuvo 20 delegados, frente a 6 de Jackson y 3 de Hart. Otros 24 quedaron sin comprometer. En Islas Vírgenes, Mondale y Jakcson se repartieron el voto para elegir tres delegados. En Alabama, se seleccionaron seis delegados no comprometidos (entre ellos el exgobernador Georges Wallace). Los restantes, hasta 62, ya estaban elegidos. La elección primaria en Nueva York es calificada de crucial por todos los aspirantes, aunque Mondale cuenta ya con 699 delegados frente a los 428 de Hart, de los 1.967 necesarios para lograr la designación automática.El tercer hombre en la carrera, el reverendo Jesse Jackson, de raza negra, con 88 delegados, sabe que no logrará obtener la victoria final, pero los números no le frenan.

Jackson, de 42 años de edad, llega a la primaria de Nueva York después de haber demostrado en anteriores consultas (en los Estados de Misisipí, Alabama, Illinois, Virginia y Kentucky, sobre todo) que es un político capaz de movilizar y captar el importante voto de la minoría negra estadounidense.

En Nueva York, Jackson despliega estos días una campaña que recuerda el activismo de Martin Luther King. Plantea su estrategia en términos de opciones sociales y con orientación pacifista. Jackson prometió que, de llegar a presidente, congelaría cinco años el presupuesto militar para dedicar mayores fondos a programas de asistencia social.

Para este pastor pacifista y activista en la lucha de la defensa de los derechos cívicos, otra prioridad como futuro presidente de EE UU pasaría por mejorar los derechos de voto para las minorías étnicas. En política exterior, Jackson, al igual que Mondale y Hart, prometen la congelación de la carrera de armas atómicas y negociaciones de desarme con la Unión Soviética. Centroamérica debería ver la retirada de todas las tropas norteamericanas de Honduras y El Salvador, el fin del apoyo a la guerrilla antisandinista y el inicio de negociaciones de paz que incluyan a Cuba. Sobre Oriente Próximo, Jackson defiende las tesis de creación de un Estado palestino, previo reconocimiento de los países árabes del derecho a la existencia del Estado de Israel.

Coalición 'arco iris'

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Jackson, con oratoria fácil y sentido del humor, vende su doctrina política en Nueva York, donde entre los 3,5 millones de electores registrados como demócratas, los negros representan el 15%. Desea convencer de sus ideas, ilustradas por su lema electoral de coalición arco iris, con cabida para "negros y blancos, jóvenes o viejos, ricos y pobres", como repite en sus mítines, donde se presenta como un defensor de las minorías.A pesar de ser el perdedor anunciado, Jackson consolida su título de portavoz de una minoría negra que estaba sin un padre espiritual desde el asesinato del reverendo Martin Luther King, en 1968, a cuyo lado se formó.

Con carisma, tenacidad y brillantez, Jackson demuestra que es un político a tener en cuenta, incluso al margen del porcentaje de votos que logre el próximo martes en Nueva York, donde tiene asegurado un tercer lugar que puede también ser crucial.

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