El patrimonio sindical, hoy administrado por la Generalitat, en estado ruinoso
Los bienes del Instituto Social del Tiempo Libre, que pertenecía a la Obra Sindical de Educación y Descanso, administrados por la Generalitat desde hace cuatro años, están en estado ruinoso, o administrados por particulares en algunos casos.Se trata de cuatro residencias y una veintena de locales, terrenos u oficinas. Una gran finca situada en Vilanova i la Geltrú ofrece un estado ruinoso. Un camping en Pineda está explotado por un particular. Los 9.000 metros cuadrados de playa pública se han cedido a un club marítimo.
Xavier Guitart, diputado socialista en el Parlament de Catal...
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Los bienes del Instituto Social del Tiempo Libre, que pertenecía a la Obra Sindical de Educación y Descanso, administrados por la Generalitat desde hace cuatro años, están en estado ruinoso, o administrados por particulares en algunos casos.Se trata de cuatro residencias y una veintena de locales, terrenos u oficinas. Una gran finca situada en Vilanova i la Geltrú ofrece un estado ruinoso. Un camping en Pineda está explotado por un particular. Los 9.000 metros cuadrados de playa pública se han cedido a un club marítimo.
Xavier Guitart, diputado socialista en el Parlament de Cataluña, elevó el pasado día 1 de febrero una interpelación al Consell Executiu de la Generalitat sobre cuáles eran "los propósitos de mantenimiento de los bienes y servicios del que fuera Instituto Social del Tiempo Libre". La interpelación no obtuvo respuesta concreta.
Entre los bienes traspasados se cuentan cuatro residencias, en Tarragona, Nuria, Llés y LLansà, que funcionan normalmente como lugar de vacaciones o descanso de trabajadores.
Las plazas se otorgan por orden de solicitud. Según Guitart, "es curioso observar cómo en las listas aparecen los mismos nombres cada año, o al menos muchos de ellos repetidos".
Frente a la residencia de Tarragona, el Instituto Social del Tiempo Libre (ISTL) tenía en propiedad 9.000 metros cuadrados de terreno de playa, considerado como patrimonio público y, por tanto, no traspasable a particulares.
Sin embargo, desde 1982 este trozo de plaza es utilizado por el Club Marítimo de la ciudad, registrado como entidad deportiva el 24 de noviembre de 1981, aunque no existe, debido a la imposibilidad legal, contrato alguno. Según Xavier Guitart, "se ha hecho simplemente una concesión verbal de patrimonio público".