Varias industrias continúan exportando armamento para los ejércitos de Iran e Irak a través de intermediarios

El Gobierno no autorizó a principios de año una operación de venta de armamento con desitino a Irán, país que desde septiembre de 1980 se encuentra en guerra con Irak, según han informado fuentes oficiales españolas. Sin embargo, las mismas fuentes han reconocido que España ha vendido y vende sin problemas administrativos numerosas partidas de armas a Irak, antes y después de haberse iniciado el conflicto bélico entre los dos países. En medios de la industria española de armamento, sin embargo, se asegura que diversas firmas venden material bélico a los dos países, habitualmente a través de in...

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El Gobierno no autorizó a principios de año una operación de venta de armamento con desitino a Irán, país que desde septiembre de 1980 se encuentra en guerra con Irak, según han informado fuentes oficiales españolas. Sin embargo, las mismas fuentes han reconocido que España ha vendido y vende sin problemas administrativos numerosas partidas de armas a Irak, antes y después de haberse iniciado el conflicto bélico entre los dos países. En medios de la industria española de armamento, sin embargo, se asegura que diversas firmas venden material bélico a los dos países, habitualmente a través de intermediarios.

A principios del presente año, una delegación no oficial iraní visitó varias industrias españolas de armamento, con el fin de estudiar la posibilidad de comprar determinadas armas para las fuerzas armadas de su país. Entre otras empresas, los intermediarios visitaran la Empresa Nacional Bazán, dedicada, entre otros asuntos, a la construcción de buques de guerra, patrulleros, turbinas y, en colaboración con otras empresas nacionales, elementos para carros de combate y sistemas antimisiles.En Bazán, los iraníes, que actuaban como intermediarios para los ejércitos de su país, fueron informados sobre los productos de la empresa española y mostraron interés por varios de ellos, aunque no se definieron por ninguno en concreto. Tras la visita, altos cargos de Bazán elevaron una consulta al Gobierno para saber si existía algún inconveniente en exportar armas a Irán. La respuesta, procedente al parecer del Ministerio de Asuntos Exteriores, fue negativa, por lo que ya no se produjeron más contactos con la delegación iraní.Sin embargo, hace un mes, según las fuentes informantes, viajó a Irán una delegación del Instituto Nacional de Industria (INI), acionista mayoritario de Bazán, para estudiar posibles ventas de diversos productos a Irán. En la delegación también figuraban representantes de la Empresa Nacional Santa Bárbara, fabricante de carros de combate y de armamento ligero de diverso tipo. Durante la visita, los representantes españoles no consiguieron ningún contrato.

La actitud del Gobierno en el caso iraní contrasta con la que se produce desde hace años con Irak, país al que se suministra abundante: material bélico ligero. Durante 1982, por ejemplo, y según datos oficiales facilitados por la Junta Interministerial Reguladora del Comercio Exterior de Armas, Unión Explosivos Río Tinto vendió a Irak diverso material valorado en 165 millones de pesetas.

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Igualmente, el Ejército de Tierra iraquí ha sido equipado en los últimos años con 26 helicópteros BO-105 contracarro, montados en la factoría de Construcciones Aeronáuticas, SA (CASA) de Getafe (Madrid), bajo patente de la República Federal de Alemania. Empresas españolas también han vendido y venden a Irak, en ocasiones a través de terceros países, cañones anticarro sin retroceso, morteros, automóviles todo terreno y diversas bombas y munición.

En fuentes de la industria española de armamento se asegura que, desde que se inició el conflicto bélico entre Irán e Irak, en septiembre de 1980, diversas firmas españolas han vendido y continúan vendiendo abundante material bélico a los dos países, pero personas dedicadas a la exportación e importación de armamento aseguran que el Ministerio de Asuntos Exteriores pone numerosas objeciones a las ventas destinadas a Irán, y prácticamente ninguna a las contratadas por Irak. Incluso, en ocasiones, han dicho, algunas empresas, como la Empresa Nacional de óptica (ENOSA), han sido objeto de numerosas críticas oficiosas por vender material de uso militar a Irán.

El pasado año, el Gobierno español decidió también prohibir la firma de un contrato entre Bazán y la Marina surafricana para que la firma española realizara el mantenimiento de los submarinos de Suráfrica. Esta prohibición estuvo basada en la resolución 418 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, según la cual no puede venderse armamento pesado a Suráfrica mientras en este país persista el régimen racista contra la mayoría negra. No obstante, sólo a lo largo de 1982 España vendió a Suráfrica armas valoradas en 293 millones de pesetas, si bien, según fuentes oficiales, el Gobierno español respetó la resolución de la ONU, ya que el armamento vendido era ligero.

La exportación de armas de guerra españolas es controlada por la Junta Interministerial Reguladora del Comercio Exterior de Armas y Explosivos, compuesta por representantes de los ministerios de Asuntos Exteriores, Comercio, Industria y Defensa. Se reúne dos veces al mes. La junta, que concede las correspondientes licencias para exportar armas, puede exigir a los vendedores un certificado de destino final de los productos.

Por otra parte, dos delegaciones de los ministerios españoles de Defensa y Economía se encuentran estos días en Riad, capital de Arabia Saudí, con el fin de negociar posibles acuerdos.

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