La Audiencia de Barcelona concedió por error la libertad provisional a un violador condenado a 12 años de cárcel

La sala de vacaciones de la Audiencia Provincial de Barcelona puso erróneamente en libertad, el pasado 22 de agosto, a Francisco Cuello Ginesta, que siete meses antes había sido condenado a 12 años de prisión por la violación de la súbdita norteamericana Arden Renee Magoon. La presunta irregularidad procesal se puso al descubierto hace pocos días, cuando el caso judicial de esta violación se vio ante la sala segunda del Tribunal Supremo y el abogado querellante, Josep Maria Loperena tuvo acceso a toda la documentación relacionada con el detenido.El auto de libertad provisional, que fue firmado...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La sala de vacaciones de la Audiencia Provincial de Barcelona puso erróneamente en libertad, el pasado 22 de agosto, a Francisco Cuello Ginesta, que siete meses antes había sido condenado a 12 años de prisión por la violación de la súbdita norteamericana Arden Renee Magoon. La presunta irregularidad procesal se puso al descubierto hace pocos días, cuando el caso judicial de esta violación se vio ante la sala segunda del Tribunal Supremo y el abogado querellante, Josep Maria Loperena tuvo acceso a toda la documentación relacionada con el detenido.El auto de libertad provisional, que fue firmado en el mes de agosto por los magistrados jueces Jaime Amigó de Bonet, Modesto Ariñez Lázaro y Enrique Lecumberri Martí, otorgó la libertad provisional del condenado al creer que éste se encontraba en prisión preventiva, a la espera de ser juzgado. En el documento, los magistrados aseguraban que procedía darle la libertad provisional dadas "las circunstancias personales del procesado" y "la naturaleza jurídica de los hechos a enjuiciar".

El conocimiento de este hecho ha provocado la indignación en medios jurídicos, donde se ha recordado que esta misma sala de vacaciones, y en esas mismas fechas, otorgó la libertad provisional de José Garzón Mejías, que estaba pendiente de ser juzgado por la muerte de su esposa y del abogado Ramón Villacampa, cuando se encontraba en su despacho profesional estudiando la separación del matrimonio.

El abogado querellante, Josep Maria Loperena, que representa los intereses de la súbdita norteamericana violada, ha indicado que si no se detiene e ingresa de nuevo en prisión a Francisco Cuello Ginesta está dispuesto a llevar este caso ante el Tribunal Constitucional y ante el Consejo del Poder Judilcial. El letrado ha añadido que comunicó a su cliente, que vive ahora en Estados Unidos, la situación jurídica irregular del violador y que ésta le manifestó su preocupación "por si éste intentaba vengarse".

"Maestro de ceremonias"

La historia judicial de Francisco Cuello Ginesta se remonta al 10 de mayo de 1982, cuando en una agencia de viajes trabó amistad con la súbdita norteamericana Arden Renee Magoon, hija de un prestigioso arquitecto de Miami, que se encontraba en Barcelona, donde realizaba un curso de español. Aquel día el condenado sometió a la joven a un continuado asedio hasta que logró violarla en el interior de un coche. Francisco Cuello Ginesta, de 34 años de edad, había asegurado a su víctima que su verdadero nombre era Vicent F. Ginest, que profesionalmente era maestro de ceremonias, con residencia en Holywood, hechos que resultaron ser falsos.El 23 de febrero de 1983 la sección segunda de lo penal de la Audiencia de Barcelona impuso al acusado la pena de 12 años de prisión y una indemnización de 60.000 pesetas. En esta misma sentencia la sala acordó reclamar un indulto para el procesado, que le rebajara la pena a seis años de cárcel.

Un año más tarde, el pasado 2 de febrero, el caso de la violación de la súbdita norteamericana se vio ante la sala segunda del Tribunal Supremo. El abogado Josep María Lóperena informó a la sala de la situación irregular del acusado y señaló también las anomalías procesales cometidas por la sala de la Audiencia de Barcelona, al no haberle notificado ni a él ni al ministerio fiscal la decisión de revisar la situación de prisión, y no otogarles en consecuencia la posibilidad de oponerse a la misma.

El Tribunal Supremo ha confirmado hace pocos días la condena de 12 años impuesta al violador, con una resolución que fue calificada de progresista, en la que se abandonan los argumentos tradicionales basados en la honra y se reivindica el derecho y la libertad de la mujer a yacer con quien desee, y se condenan los "ataques a la libertad sexual". La sentencia ha sido notificada ya al abogado querellante y en breve llegará a la Audiencia de Barcelona, que deberá intentar localizar y encarcelar al condenado.

Archivado En