Tribuna:Brotes racistas en España

La memoria de la derrota

Juan de Dios Ramírez Heredia, flor de la raza calé, le ha robado el lenguaje a los payos y se lo ha dado a los gitanos. Las minorías deslenguadas necesitan Prometeos y aún así no consiguen hacerse entender. Juan de Dios Ramírez Heredia dice 4 ó 400 ó 4.000 palabras bien dichas y los payos liberales dicen que sí, que sí, que sí hombre, que habla muy bien usted a pesar de ser gitano, que no hay nada como el lenguaje para amansar a las fieras.Cuando un gitano te pide un duro, la mano o el parabrisas para limpiártelo, te deja encima una mirada que no te ve. Es una mirada medidora de distancia con ...

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Juan de Dios Ramírez Heredia, flor de la raza calé, le ha robado el lenguaje a los payos y se lo ha dado a los gitanos. Las minorías deslenguadas necesitan Prometeos y aún así no consiguen hacerse entender. Juan de Dios Ramírez Heredia dice 4 ó 400 ó 4.000 palabras bien dichas y los payos liberales dicen que sí, que sí, que sí hombre, que habla muy bien usted a pesar de ser gitano, que no hay nada como el lenguaje para amansar a las fieras.Cuando un gitano te pide un duro, la mano o el parabrisas para limpiártelo, te deja encima una mirada que no te ve. Es una mirada medidora de distancia con la raza opresora que refleja esta suprenía sabiduría: el movimiento se demuestra huyendo. Los animales más inteligentes disponen de una secreta memoria colectiva en la que consta la fecha en que perdieron su combate con el hombre: desde el oso fraguiano hasta la rana a la que no se le respetan ni las ancas. Vencedores y vencidos, amos y esclavos dentro del género humano, también los vencidos y los esclavos más inteligentes tienen una argolla con una fecha por dentro donde consta el instante de la derrota. Antigua fecha la de la derrota gitana a juzgar por la profundidad de su distancia.

Juan de Dios Ramírez Heredía se ha quejado porque en un pueblo de Jaén estuvieron a punto de quemar vivos a un puñado de gitanos. El hombre blanco es peligroso cuando tiene miedo y del gitano teme la escandalosa acusación de su "aspecto". Y menos mal que algún gitano se ha: ganado una piscina y una página en Hola echándole guindas al pavo o a la pava y otros como Juan de Dios, han llegado a las Cortes y a la luna de Madrid. Porque de no existir estas excepciones, más implacable sería la regla de la cacería.

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