Astrólogos y ocultistas responden a los ataques del periódico vaticano

"Somos católicos y creyentes", han respondido inmediatamente muchos maestros de las estrellas al teólogo Gino Concetti, que en el diario vaticano L'0sservatore Romano había condenado días atrás a los astrólogos y los horóscopos como contrarios a la moral y a la fe católica. Antonia Bonomi, que desde hace ocho años realiza cada mañana el horóscopo para los radioyentes de GR-2, la cadena con mayor difusión de la RAI-TV, de orientación democristiana, ha dicho: "yo soy religiosa y creyente, y con el horóscopo", ha afirmado Bonomi, "ayudo a la gente a conocerse mejor, no a escruta...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

"Somos católicos y creyentes", han respondido inmediatamente muchos maestros de las estrellas al teólogo Gino Concetti, que en el diario vaticano L'0sservatore Romano había condenado días atrás a los astrólogos y los horóscopos como contrarios a la moral y a la fe católica. Antonia Bonomi, que desde hace ocho años realiza cada mañana el horóscopo para los radioyentes de GR-2, la cadena con mayor difusión de la RAI-TV, de orientación democristiana, ha dicho: "yo soy religiosa y creyente, y con el horóscopo", ha afirmado Bonomi, "ayudo a la gente a conocerse mejor, no a escrutar el futuro".Y ahora se ha revelado que tres papas creían en las predicciones astrológicas: Julio II, que encargó a los astrólogos de su tiempo escoger el día más apto para su coronación; Pablo III, que les pidió a los maestros de las estrellas le dijeran cuáles eran las horas mejores para convocar a los cardenales; y León X, que puso hasta un profesor de astrología en la Sapienza, la antigua universidad pontificia de Roma.

Sin embargo, también es verdad que la Iglesia no siempre ha sido blanda con los magos y astrólogos. La primera vez que se lanzaron anatemas contra esta ciencia fue en España, en el Concilio de Toledo del año 447, y en el que le siguió más tarde, en el 561, en Braga.

Y en los textos de teología y moral de los seminaristas, la astrología era vista como un demonio. Baste recordar el caso de Pico de la Mirándola, que escribía en uno de estos textos: "La astrología corrompe la filosofía, adultera la medicina, debilita la religión, favorece la idolatría, hace a los hombres miserables, ansiosos, fatalistas, esclavos e inflelices".

Ahora los tiempos parecían cambiados y, en Italia, incluso revistas religiosas publicaban hasta ayer sus horóscopos -por ejemplo, Alba, editada por los padres paulinos-, y los horóscopos figuran en los calendarios religiosos del Padre Adivino y del Hermano Mago. Dice el último, por ejemplo, hablando de Escorpio: "Erotismo, fantasía e imaginación, a veces ligeramente obsesivos".

El director de la revista Astra, la más importante de este país sobre el tema, Luigi Bazzoli, ha afirmado que hace dos años la revista organizó un congreso sobre Astrología y religión, en el cual participó un jesuita del centro cultural San Fedele, de Milán.

Archivado En