Errores científicos

Sorprende que, con cierta frecuencia, un periódico de la categoría de EL PAIS trate de manera muy descuidada los temas científicos. Dos ejemplos:El viernes 23 de diciembre se publica un artículo sobre la instalación en el fondo del lago Baikal de un telescopio de neutrinos y se afirma en varios de sus párrafos que hasta ahora nadie ha podido probar la existencia de tales partículas elementales. Sin duda, la noticia es interesante, dado el papel fundamental que juegan estos objetos en la estructura de la materia, tanto en el nivel microscópico como en el cosmológico.

Desgraciadamente, el...

Sorprende que, con cierta frecuencia, un periódico de la categoría de EL PAIS trate de manera muy descuidada los temas científicos. Dos ejemplos:El viernes 23 de diciembre se publica un artículo sobre la instalación en el fondo del lago Baikal de un telescopio de neutrinos y se afirma en varios de sus párrafos que hasta ahora nadie ha podido probar la existencia de tales partículas elementales. Sin duda, la noticia es interesante, dado el papel fundamental que juegan estos objetos en la estructura de la materia, tanto en el nivel microscópico como en el cosmológico.

Desgraciadamente, el texto debe ser una traducción descuidada, pues los neutrinos se observan de modo habitual en los laboratorios de física de partículas elementales desde que fueron detectados por primera vez en 1956 por los norteamericanos F. Reines y C. Cowan, y forman parte importante del cuerpo científico aceptado actualmente.

El lunes 26 de diciembre, EL PAIS publica una interesante y bien hecha entrevista de Jean Mandelbaum con el gran matemático francés R. Thom sobre su teoría de las catástrofes. A pesar de que en el texto se explica el sentido de esa teoría como un estudio sistemático del problema de la discontinuidad, su presentación engañosa, al ser ilustrado con una fotografía de uno de los recientes accidentes de Barajas cuyo pie relaciona la magia y las matemáticas, pudo llevar a muchos lectores no prevenidos y sin tiempo para una lectura detenida a alinear a R. Thom con los adivinos, augures y charlatanes que explotan la buena fe y temor de mucha gente ante las grandes desgracias.

Recordando a Las dos culturas, de C. P. Snow, podríamos decir que estos descuidos son del mismo bulto que presentar a J. L. Borges como un representante del realismo socialista, o a J. P. Sartre como un luchador en defensa del pensamiento burgués.

EL PAIS debería tratar la ciencia con la misma atención que otros diarios de nivel internacional. /

catedrático de Mecánica Teórica. Universidad Complutense.