Una bomba destruye la sede de las empresas de Olarra en Bilbao

Sólo la casualidad evitó que se produjeran víctimas a consecuencia de la explosión, a las tres de la tarde de ayer, de una bomba de gran potencia que había sido colocado en las puertas de las oficinas centrales de Olarra, SA, en Bilbao, en cuyo interior se encontraban en ese momento más de 40 empleados. La empresa Olarra, actualmente integrada en el holding Aceriales, que cuenta con participación mayoritaria de la Administración pública, se enfrenta a un plan de reestructuración que supondrá la supresión de 846 puestos de trabajo. El atentado terrorista de ayer puede estar relacionado, ...

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Sólo la casualidad evitó que se produjeran víctimas a consecuencia de la explosión, a las tres de la tarde de ayer, de una bomba de gran potencia que había sido colocado en las puertas de las oficinas centrales de Olarra, SA, en Bilbao, en cuyo interior se encontraban en ese momento más de 40 empleados. La empresa Olarra, actualmente integrada en el holding Aceriales, que cuenta con participación mayoritaria de la Administración pública, se enfrenta a un plan de reestructuración que supondrá la supresión de 846 puestos de trabajo. El atentado terrorista de ayer puede estar relacionado, bien con dicha situación laboral, bien con las especulaciones sobre la eventual participación de empresarios vascos en la financiación de la llamada guerra sucia.Las oficinas de Olarra, SA, ocupan las tres plantas superiores de un edificio comercial del barrio bilbaíno de Deusto. Minutos después de las tres de la tarde de ayer, un empleado que trabajaba en la sexta planta, donde se encuentran los ordenadores, observó, al descender a la cuarta planta, en la que se encuentran los servicios administrativos, que junto a la puerta de las oficinas de dirección, en el piso intermedio, había una bolsa. Estaba comentando el hecho con unos compañeros de las oficinas ("un poco tarde me parece para regalos de Navidad, pero esperemos que sea un bocadillo y no una bomba", estaba diciendo), cuando se produjo la explosión.

El fundador de la empresa, Luis Olarra, cedió hace unos 10 meses al consorcio Aceriales el 35% de sus acciones, con lo que dicho holding (participado por la Administración central con 7.000 millones de pesetas y por el Gobierno vasco con otros 1.000 millones) pasó a ser mayoritario en la sociedad. Dicha operación fue motivada por la crítica situación económica de Olarra, SA. Los nuevos gestores de la sociedad iniciaron en septiembre un plan de reestructuración que prevé la rescisión de 846 contratos de trabajo, en una plantilla de 2.047 trabajadores. Hoy mismo, coincidiendo con la negociación de dicho plan, está convocada una huelga de 24 horas en todo el sector, así como una manifestación a celebrar en Bilbao.

Por otra parte, el pasado día 5, y en respuesta a una información, según la cual empresarios vascos están financiando al grupo terrorista GAL , autor de varios atentados contra exiliados vascos miembros de ETA, Luis Olarra aseguró no saber nada de dicho grupo, pero advirtiendo que "por supuesto, si supiera algo, tampoco lo diría".

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