GALICIA

La nueva prisión de Orense, rodeada por un muro de más de 1.000 metros de murales pictóricos

Sobre las suaves colinas de Calvelle, en las afueras de Orense, se están poniendo los cimientos de la que será una experiencia única, por ahora, en el sistema carcelario español. La nueva prisión provincial, concebida en su conjunto como un complejo atípico en este tipo de centros, va a estar rodeada por un inmenso mural de más de un kilómetro de largo por cinco metros de alto. Serán más de 5.000 metros de pinturas de excelente calidad, obra de cuatro artistas orensanos que desde hace semanas cumplen rigurosamente un horario de trabajo sobre los andamios similar al de cualquier obrero de la co...

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Sobre las suaves colinas de Calvelle, en las afueras de Orense, se están poniendo los cimientos de la que será una experiencia única, por ahora, en el sistema carcelario español. La nueva prisión provincial, concebida en su conjunto como un complejo atípico en este tipo de centros, va a estar rodeada por un inmenso mural de más de un kilómetro de largo por cinco metros de alto. Serán más de 5.000 metros de pinturas de excelente calidad, obra de cuatro artistas orensanos que desde hace semanas cumplen rigurosamente un horario de trabajo sobre los andamios similar al de cualquier obrero de la construcción, aunque se toman la pequeña y única licencia de no fichar a las ocho de la mañana.

El pintor Xaime Quessada ha sido el encargado de buscar a sus tres compañeros de obra: Virxilio, Alexandro y Vidal Souto. En pocas semanas los cuatro han hecho surgir sobre los muros áridos las más variadas fantasías pictóricas -desde lunas gigantes y planetas al negro sobre negro de Alexandro, de la exultante frescura de Vidal Souto a las raíces profundamente gallegas de Virxilio- en una mezcla armoniosa de diferentes estilos. Para Quesada "es un mural inspirado en el Bosco que desea se convierta en un canto a la anarquía". Además, este mural pintado sin concepciones previas sobre lo que será el cierre de una prisión está resultando -paradójicamente- un apasionado canto de libertad.Cinco mil metros cuadrados de pinturas constituirán el sorprendente límite de un recinto penitenciario que rompe moldes. Juan Rodríguez de la Cruz es el arquitecto autor del proyecto y en sus conversaciones con los responsables de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias encontró el máximo apoyo a la construcción de un edificio -presupuestado en más de mil millones de pesetas en el que desaparezcan los viejos esquemas represivos. Rodríguez de la Cruz parte de un planteamiento utópico: "Como pasados unos siglos posiblemente no sean necesarias las cárceles, pretendo construir un edificio que la sociedad del futuro, quiero creer que sociedad humana, pueda reconvertir en colegio, centro recreativo o universidad, por ejemplo". Para los responsables de este proyecto, todas las cárceles que se están construyendo en la actualidad se basan en la creación de un edificio moderno, pero con una concepción tradicional de lo que es una penitenciaría. La futura prisión de Orense -que estará concluida a mediados de año- evitará la masificación con módulos de entre 12 y 25 personas, no tendrá rejas, contará con aulas, talleres, zonas sanitarias, biblioteca, centros de recuperación sicológica y amplias zonas verdes.

El muro de la prisión no impedirá ver el paisaje exterior. En el interior está apareciendo, a buen ritmo, un vasto mundo pictórico que transmite alegría, evasión, sátira, y, sobre todo, la fantasía onírica de los cuatro artistas orensanos que lo están creando.

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