La huella del extranjero

Fue precisamente Ibardin por donde llegó ayer ese fiero lobo del ciclismo mundial, Bernard Hinault, más disfrazado de oveja que nunca a juzgar por la clasificación. Lo mejor del bretón no fue su carrera, sólo recordable por ese insólito bochorno de ser el último clasificado, sino el calentamiento. Fueron casi 70 kilómetros en bicicleta, jalonados por su gregario del nuevo equipo La Vie Claire, Dominique Arnaud, antes en el Reynolds.

Desde Tarnós, 10 kilómetros al norte de Bayona, partieron los dos poco después de las 8.30 de la mañana para llegar a Vera hacia las 10.30. Daban la sen...

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Fue precisamente Ibardin por donde llegó ayer ese fiero lobo del ciclismo mundial, Bernard Hinault, más disfrazado de oveja que nunca a juzgar por la clasificación. Lo mejor del bretón no fue su carrera, sólo recordable por ese insólito bochorno de ser el último clasificado, sino el calentamiento. Fueron casi 70 kilómetros en bicicleta, jalonados por su gregario del nuevo equipo La Vie Claire, Dominique Arnaud, antes en el Reynolds.

Desde Tarnós, 10 kilómetros al norte de Bayona, partieron los dos poco después de las 8.30 de la mañana para llegar a Vera hacia las 10.30. Daban la sensación de ser dos cicloturistas domingueros, sin más cortejo que un Peugeot 504 y una furgoneta matrícula de Navarra. Nadie habría creído que allí marchaba el ganador de cuatro Tour, dos Giro y otras tantas Vuelta a España, al margen de otras hazañas.

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No era festivo en la vertiente francesa. Peró había una calma total y nadie al borde de la carretera se apercibió del acontecimiento. Los gendarmes de la frontera de Ascain sólo sonrieron e indicaron a los dos ciclistas que continuaran cuando hicieron ademán de echar el pie a tierra.

Hinault y Arnaud entraron en Vera de Bidasoa justo enfrente del caserón de Itzea, solar de los Baroja. Los carabineros sabían quienes eran y repitieron la actitud de sus colegas del otro lado. Hinault, lobo extranjero pero bien conocido, había terminado su singular calentamiento. Pero no supo ni pudo, tal vez tampoco intentó, convertirse en señor de Alzate, barrio de Vera del Bidasoa donde se desarrollaba la prueba.

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