El Gobierno yugoslavo estudia una nueva devaluación del dinar

El Gobierno federal yugoslavo sigue estudiando la conveniencia de volver a devaluar el dinar, la maltratada divisa no convertible que el verano de 1980 se cambiaba a 20 dinares por dólar y ahora a 120. El terreno de tal medida viene precedido por la congelación de precios hasta junio de 1984, tras un encarecimiento general de energía, alimentos y productos químicos y metalúrgicos.Aunque en Yugoslavia no hay políticamente más que un partido, la Liga de los Comunistas de Yugoslavia, este tipo de medidas no son fáciles de adoptar, al constituir en el campo económico los ocho entes autónomos el eq...

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El Gobierno federal yugoslavo sigue estudiando la conveniencia de volver a devaluar el dinar, la maltratada divisa no convertible que el verano de 1980 se cambiaba a 20 dinares por dólar y ahora a 120. El terreno de tal medida viene precedido por la congelación de precios hasta junio de 1984, tras un encarecimiento general de energía, alimentos y productos químicos y metalúrgicos.Aunque en Yugoslavia no hay políticamente más que un partido, la Liga de los Comunistas de Yugoslavia, este tipo de medidas no son fáciles de adoptar, al constituir en el campo económico los ocho entes autónomos el equivalente al sistema de oposiciones y críticas frontales de las democracias pluripartidistas, pero mucho más antagónicas. Cada una de las repúblicas yugoslavas es un grupo de presión que defiende a ultranza sus intereses nacionales, formando alianzas tácticas coyunturales.

En el terreno económico, Yugoslavia es la única confederación existente de hecho en Europa, unida por un Ejército, un Ministerio de Asuntos Exteriores y una crisis que ha hecho del nivel de vida de este país, próspero hace siete años, uno de los más bajos de Europa, a poca distancia de Portugal, Rumanía y Albania.

Todos los procesos económicos de Yugoslavia son seguidos con lupa por el Fondo Monetario Internacional y Estados Unidos, deseosos, políticamente, de que el país de la autogestión se acerque al máximo a la economía de mercado occidental.

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