Sólo el PNV y el CDS apoyan la ley vasca de Territorios Históricos

Con un ritmo acusadamente lento, el Parlamento vasco debatió ayer el polémico proyecto de ley de Territorios Históricos, que debe aprobarse hoy, con los únicos votos favorables del PNV y CDS. La oposición de izquierda critica el proyecto, que deberá regular las relaciones entre el Gobierno vasco y las diputaciones provinciales, porque, en su opinión, favorece el funcionamiento de una "autonomía provincial" en el que las diputaciones ostentan, a veces, un poder equiparable al del Gobierno de la comunidad autónoma.El proyecto ha estado congelado durante dos años y medio, debido a las discrepanci...

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Con un ritmo acusadamente lento, el Parlamento vasco debatió ayer el polémico proyecto de ley de Territorios Históricos, que debe aprobarse hoy, con los únicos votos favorables del PNV y CDS. La oposición de izquierda critica el proyecto, que deberá regular las relaciones entre el Gobierno vasco y las diputaciones provinciales, porque, en su opinión, favorece el funcionamiento de una "autonomía provincial" en el que las diputaciones ostentan, a veces, un poder equiparable al del Gobierno de la comunidad autónoma.El proyecto ha estado congelado durante dos años y medio, debido a las discrepancias que se han producido fundamentalmente en el seno de los nacionalistas vascos.

La existencia de un concierto económico interno entre el Gobierno vasco y las diputaciones, la distribución equitativa de los recursos económicos entre ambas instituciones y la creación de un consejo vasco de finanzas, que decidirá los criterios de reparto, son los principales puntos de discrepancia entre la oposición y el grupo mayoritario nacionalista respecto al proyecto.

Éste, que supone la concreción de la Constitución interna de Euskadi, ha suscitado una viva polémica entre los partidos parlamentarios desde que el Gobierno vasco presentó su primer texto, en mayo de 1981. Las tensiones que durante dos años y medio se han producido en torno a este proyecto, sobre todo en el seno del PNV, han producido cierto cansancio en los propios parlamentarios, que ayer, cuando comenzaban sus intervenciones, utilizaban, acaso inconscientemente, el recurso de "ya lo hemos discutido mil veces".

Suspicacias

Las suspicacias entre la oposición y el grupo nacionalista eran tan fuertes que llegaron a debatir si el término "reconocimiento" debía ir acompañado del adjetivo tácito o expreso para evitar malos entendidos al aplicar la ley. En representación de los nacionalistas defendió el proyecto de ley, durante toda la sesión, el parlamentario foralista Emilio Guevara.En los asientos del Gobierno se pudo apreciar la ausencia del consejero de Economía y Hacienda, Pedro Luis Uriarte, que en su día no ocultó sus discrepancias con el proyecto. El vicepresidente del Gobierno vasco, Mario Fernández, que también se mantuvo crítico en un principio, permaneció en silencio durante toda la sesión.

Los primeros artículos del proyecto se aprobaban, en la sesión de ayer, con la oposición sistemática del Partido Socialista de Euskadi y Euskadiko Ezkerra. Lo que para el PNV era una "actualización razonable del régimen foral", conlleva, a juicio de la izquierda, "un concepto confederal, partidario de instaurar un modelo de autonomías provinciales difícilmente controlables desde el Parlamento y el Gobierno vascos".

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