Colmenar rechaza "responsabilidades que no le corresponden" en Tres Cantos
El Ayuntamiento de Colmenar Viejo está dispuesto a asumir todas sus obligaciones en lo que se refiere a mantenimiento y conservación de la nueva ciudad de Tres Cantos, urbanización situada a 11 kilómetros de la citada localidad, cuando la sociedad promotora realice las dotaciones necesarias en todos los servicios. Sin embargo, no quiere aceptar responsabilidades que no le corresponden, manifestó ayer el alcalde, Armando Jusdado.La sociedad Tres Cantos, S A, había solicitado al ayuntamiento de Colmenar Viejo que se hiciera cargo del mantenimiento de la nueva ciudad, y ofreció como contrapartida...
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El Ayuntamiento de Colmenar Viejo está dispuesto a asumir todas sus obligaciones en lo que se refiere a mantenimiento y conservación de la nueva ciudad de Tres Cantos, urbanización situada a 11 kilómetros de la citada localidad, cuando la sociedad promotora realice las dotaciones necesarias en todos los servicios. Sin embargo, no quiere aceptar responsabilidades que no le corresponden, manifestó ayer el alcalde, Armando Jusdado.La sociedad Tres Cantos, S A, había solicitado al ayuntamiento de Colmenar Viejo que se hiciera cargo del mantenimiento de la nueva ciudad, y ofreció como contrapartida abonar en plazos de siete millones de pesetas mensuales el importe de la deuda existente por impuesto de solares y licencias de obras, que supone hasta este año 116 millones.
En 1979, la sociedad de la urbanización recurrió ante el Tribunal Económico Administrativo Provincial el pago de las tasas por licencia de obras, aprobación de planes parciales e impuestos de solares, que debía pagar al ayuntamiento. El tribunal falló a favor del municipio y la sociedad, según aseguró el alcalde, aún no ha hecho efectivo ningún pago.
El mantenimiento que pide la sociedad supondría al ayuntamiento además de los lógicos servicios de conservación y limpieza de vías, alcantarillado, alumbrado, consumo y distribución de agua, encargarse de realizar, entre otros, equipamientos como locales escolares, deportivos y religiosos, lo que supondría un gasto que el municipio no puede abordar.