La ley sobre el servicio militar

Según las informaciones que van apareciendo en los distintos medios, de comunicación, parece que el Gobierno socialista va a colarnos un nuevo gol.Esperábamos que la nueva ley sobre el servicio militar y la posterior sobre la objeción de conciencia regulasen esta última en su sentido más progresista, actual y democrático.La Constitución ampara a los objetores de conciencia y paralelamente prohíbe en su artículo 16-2 el, hecho de verse obligado a declarar, sobre la ideología, religión o creencias propias de, cada uno. Tengamos en cuenta que la conciencia son creencias, y qu...

Según las informaciones que van apareciendo en los distintos medios, de comunicación, parece que el Gobierno socialista va a colarnos un nuevo gol.Esperábamos que la nueva ley sobre el servicio militar y la posterior sobre la objeción de conciencia regulasen esta última en su sentido más progresista, actual y democrático.La Constitución ampara a los objetores de conciencia y paralelamente prohíbe en su artículo 16-2 el, hecho de verse obligado a declarar, sobre la ideología, religión o creencias propias de, cada uno. Tengamos en cuenta que la conciencia son creencias, y que ser pacifista u objetor de conciencia es tener una ideología determinada. La ley obligará, inconstitucionalmente, a declararse objetor de conciencia para poder eximirse del servicio militar obligatorio, que, por otra parte, minguno de los párrafos del artículo 30 impone como obligatorio el servicio militar en tiempo de paz.

Por otra parte, sentimos discrepar de que por el hecho de que varias legislaciones, ya viejas, sobre la materia, como la italiana, francesa y noruega, tengan un período de filas mayor que la española, debamos copiarles. Es absurdo. Mientras la Constitución española regula el derecho a ser objetor de conciencia, estos países no lo tienen así preceptuado.

De todas maneras, tengamos en cuenta que hay países en donde el servicio militar obligatorio en tiempos de paz es voluntario y países donde es extremadamente largo. Sin embargo, lo último sucede en los países más totalitarios del mundo.

Quizá algún día, en la oposición -si sigue así pocos jóvenes volverán a votarle- nos encontremos con el señor ministro en un parque pidiendo por la paz del mundo y por una alternativa a esta sociedad militarizada. Entonces la acusación será unánime: traición a la confianza depositada.

Conclusión: ¿será necesario que nos organicemos como en Alemania? /