Cartas al director

Umbral y el esperanto

"De ahí que el intento de impersonalizar o internacionalizar un idioma sea tan estúpido como el esperanto", escribió Francisco Umbral en su Spleen de Madrid el 9 de octubre. Si uno no estuviera curado de espanto sería para quedarse atónito ante el caso de que una lengua pueda adjetivarse de estúpida por un hombre que ha hecho del español literario su instrumento vital. Las lenguas son neutras, como las matemáticas; los que las usan pueden ser Píndaro, Shakespeare, Rulfo o pastores oscuros de léxico reducidísimo. El esperanto es una lengua. Una lengua con todos sus atributo...

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"De ahí que el intento de impersonalizar o internacionalizar un idioma sea tan estúpido como el esperanto", escribió Francisco Umbral en su Spleen de Madrid el 9 de octubre. Si uno no estuviera curado de espanto sería para quedarse atónito ante el caso de que una lengua pueda adjetivarse de estúpida por un hombre que ha hecho del español literario su instrumento vital. Las lenguas son neutras, como las matemáticas; los que las usan pueden ser Píndaro, Shakespeare, Rulfo o pastores oscuros de léxico reducidísimo. El esperanto es una lengua. Una lengua con todos sus atributos. Yo he editado libros que de su original en esperanto han sido traducidos a otras lenguas, uno de ellos hasta a 10 lenguas étnicas o nacionales. Hay una conciencia lingüística esperantista, un pensamiento colectivo que ha producido obras originales, especialmente poemas, intraducibles, o apenas traducibles, a otras lenguas.

El arte lo crea el talento, en Islandia o en Suráfrica, en Nicaragua o en Japón, no el hecho de que lo escrito esté en este o en aquel idioma. Una página no es buena por estar en latín, español o ruso: lo es merced al talento creador de quien la escribió. Vale la pena estudiar y conocer el esperanto para poder admirar una serie de valores estéticos que un grupo de espléndidos artistas originales ha creado en esta lengua, para poder saborear las cualidades espontáneas de su originalidad.

Los españoles tendemos a insultar lo que desconocemos. Pareceque Umbral no es una excepción. Lo siento, pues yo había admiradoen él -cuya obra literaria he leído y poseo en su mayor parte- otras propiedades. /

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