ARAGÓN

Un albergue municipal sera demolido después de haber invertido en él 16 millones de pesetas

El albergue municipal de Zaragoza, en cuya remodelación invirtió el ayuntamiento el año pasado 16 millones de pesetas, ha sido cerrado para su demolición definitiva, al observarse grietas en un muro del patio y el desplazamiento de una puerta por filtraciones subterráneas, según el informe realizado por la sección de Arquitectura del ayuntamiento.Mientras la concejalía de Bienestar Social busca un lugar para acomodar a las personas que usaban el albergue, la asociación de vecinos del barrio donde estaba ubicado -que en repetidas ocasiones había solicitado su traslado- considera que "se han tir...

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El albergue municipal de Zaragoza, en cuya remodelación invirtió el ayuntamiento el año pasado 16 millones de pesetas, ha sido cerrado para su demolición definitiva, al observarse grietas en un muro del patio y el desplazamiento de una puerta por filtraciones subterráneas, según el informe realizado por la sección de Arquitectura del ayuntamiento.Mientras la concejalía de Bienestar Social busca un lugar para acomodar a las personas que usaban el albergue, la asociación de vecinos del barrio donde estaba ubicado -que en repetidas ocasiones había solicitado su traslado- considera que "se han tirado 16 millones de pesetas que podrían haber sido empleadas para las obras de un nuevo albergue".

El alojamiento de las 67 personas que a diario pernoctaban en el albergue se solucionará, según la delegación de Bienestar Social del ayuntamiento, con la habilitación de parte del antiguo cuartel de San Agustín, mientras se construye un nuevo albergue, que tardará unos dos años en concluirse.

A las acusaciones de la asociación de vecinos sobre despilfarro de fondos, la concejala María Arrondo ha manifestado al periódico El Día que las filtraciones de agua detectadas en el edificio pueden tener relación con las obras que se han realizado en la zona: "Es independiente del estado del edificio, ya que lo mismo podía haber sucedido en un edificio nuevo". Las obras realizadas eran imprescindibles, según la concejala, "porque lo encontramos en estado mugriento; hicimos obras para aislar la humedad, humanizar el edificio, individualizar los dormitorios y hacer duchas, entre otros servicios".

Los vecinos del barrio han acogido con agrado el cierre y demolición del albergue, pues ya habían protestado por las molestias ocasionadas por algunos marginados que lo usaban.

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