Sugerencias para la Universidad

La ley de Reforma Universitaria posibilita un cierto grado de autonomía de acción, que espero sea aprovechado por los órganos responsables para entrar en vías de una modernidad real. En este sentido, creo que la referencia más positiva es la americana, dejando por una vez el ejemplo europeo (especialmente, el francés), por excesivamente teorizante y escasamente pragmático. El primer paso a dar sería distribuir el ciclo escolar en tres trimestres (lo que los americanos llaman quater), cosa perfectamente posible y deseable, tanto desde el punto de vista del profesorado como del alumno, y ...

La ley de Reforma Universitaria posibilita un cierto grado de autonomía de acción, que espero sea aprovechado por los órganos responsables para entrar en vías de una modernidad real. En este sentido, creo que la referencia más positiva es la americana, dejando por una vez el ejemplo europeo (especialmente, el francés), por excesivamente teorizante y escasamente pragmático. El primer paso a dar sería distribuir el ciclo escolar en tres trimestres (lo que los americanos llaman quater), cosa perfectamente posible y deseable, tanto desde el punto de vista del profesorado como del alumno, y que redundaría en una mejor programación de las materias, más fácilmente abordable por el alumnado y una selección más eficaz de éste. El período estival (trimestre) se podría considerar como lectivo por determinados centros en función de necesidades concretas, por alumnos que desean una recuperación más eficaz o bien de una progresión más rápida en sus estudios, de las disponibilidades de profesorado, contando con docentes de otros centros que puedan impartir cursos monográficos, o bien por meras razones económicas.El segundo punto que quisiera destacar es la. razón económica que supondría pagar matrículas trimestrales y no anuales, lo que considero más ético y moral, en una sociedad de libre, mercado, que no tiene por qué ofrecer moratorias o aplazamientos de pago, con el consiguiente beneficio para el alumnado y un mejor ajuste de sus objetivos profesionales.

Por el interés que tienen estos temas, aplazo otros comentarios sobre el futuro de nuestras universidades, y confiando en que las castellanas no se queden a la cola de las previsibles e inmediatas reformas que a buen seguro van a iniciarse en el marco de las actuales autonomías. /