Presencia de 'etarras' en Centroamérica

El Gobierno español pedirá a Costa Rica la extradición del presunto Gregorio Jiménez Morales

El Gobierno español utilizará por segunda vez el tratado de extradición con Costa Rica, que data del 16 de noviembre de 1896, para juzgar al miembro de ETA Militar Gregorio Jiménez Morales (alias el Pistolas), detenido en San José bajo acusación de intentar asesinar a dos ex dirigentes sandinistas y de encabezar una operación desestabilizadora dirigida desde Nicaragua contra el vecino país centroamericano. Los cargos por los que sería procesado en España, caso de concederse dicha extradición, están relacionados con actividades terroristas.

El presidente del Gobierno, Felipe González, co...

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El Gobierno español utilizará por segunda vez el tratado de extradición con Costa Rica, que data del 16 de noviembre de 1896, para juzgar al miembro de ETA Militar Gregorio Jiménez Morales (alias el Pistolas), detenido en San José bajo acusación de intentar asesinar a dos ex dirigentes sandinistas y de encabezar una operación desestabilizadora dirigida desde Nicaragua contra el vecino país centroamericano. Los cargos por los que sería procesado en España, caso de concederse dicha extradición, están relacionados con actividades terroristas.

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El presidente del Gobierno, Felipe González, confirmó ayer que España pedirá la extradición a Costa Rica de Gregorio Jiménez Morales, "una vez que se tengan todos los datos", en declaraciones a los periodistas antes de dar comienzo el debate en el Congreso de los Diputados sobre el estado de la nación.

Desde que las autoridades costarricenses detuvieron el 9 de septiembre a Gregorio Jiménez Morales, las presuntas implicaciones de la Junta sandinista con ETA han provocado una reacción de malestar en el seno del Gobierno y de la oposición política en España, hasta el punto de que, si se demuestran dichas conexiones, se tomarán medidas diplomáticas y económicas contra Managua, según anticipó el lunes en conferencia de prensa el ministro de Asuntos Exteriores Fernando Morán.

De momento, la Dirección de la Seguridad del Estado ha enviado a San José a dos funcionarios del Cuerpo Superior de Policía, especialistas en la lucha antiterrorista, para que colaboren con sus colegas en Costa Rica en la identificación del detenido y de otros miembros de un posible comando etarra que la fiscal costarricense Magda Pereira, que instruye el sumario, ha solicitado que sean detenidos y cuyos alias ha facilitado: Beatriz, José Antonio, Jon, Silvia, Laura y Carlos, según informa desde San José nuestro enviado especial Jesús Ceberio. Los siete pasaron ayer a disposición judicial.

España iniciará los trámites de extradición -la primera vez que utilizó el tratado con Costa Rica fue en diciembre de 1982, en un caso no político-, una vez -que la justicia costarricense, que es en este tipo de tratado la que dice la última palabra sobre extradiciones, decida que las acusaciones bajo las que ha sido detenido Gregorio Jiménez Morales no son constitutivas de delito en el país. En caso contrario, es posible que fuera juzgado y sentenciado en Costa Rica sin que haya lugar a considerar la extradición española. De todas formas, el procedimiento español aún no se ha inciado por el Ministerio de Justicia, pendiente de recibir los informes de las averiguaciones policiales, informó ayer el Ministerio. de Asuntos Exteriores español.

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Tanto el ministro de Seguridad costarricense, Angel Solano, como el jefe de la dirección de Inteligencia, Carlos Monge, han asegurado que Gregorio Jiménez ya se encontraba en el país el 29 de junio pasado, donde, según ha confesado tras su detención, participó en la colocación de una bomba que explosionó en el automóvil de un funcionario del Ministerio de la Salud nicaragüense, que falleció en el atentado y que poco antes se había fugado de su país, debido a acusaciones, "al parecer falsas", de corrupción. En el vehículo se encontraron planos del escondite de Edén Pastora, el comandante guerrillero que ahora lucha contra los sandinistas, informa nuestro corresponsal en el área.

Según la ficha en poder de la policía española, se imputan a Gregorio Jiménez Morales dos asesinatos frustrados contra un industrial de Tolosa que se negaba a pagar el impuesto revolucionario de ETA, y contra el suegro de un guardia civil. También se le acusa de la colocación de explosivos en instalaciones de Iberduero. Se le pierde la pista en España en el verano de 1980.

Por su parte, un comunicado de ETA distribuido ayer por la agencia de noticias nicaragüense (ANN) reconoce la pertenencia a dicha organización de Gregorio Jiménez Morales, de quien dice que se encuentra exiliado desde que en 1982 se desarticula un comando de ETA Militar. Por su parte, el ministro nicaragüense de Interior, Tomás Borge, que se encuentra en España en visita privada y que se entrevistará el jueves con Felipe González, reconocía ayer en Madrid que "es posible que haya elementos de ETA en Nicaragua", pero negó que exista ningún grupo organizado. Añadió que no tenía información sobre la persona detenida en Costa Rica, pero que "su Gobierno no utilizaba métodos terroristas ni se inmiscuía en los asuntos internos de otros países".

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