Despliegue policial ante una sucursal bancaria cuando los atracadores ya habían huido

La policía efectuó en la mañana de ayer un espectacular e infructuoso despliegue de fuerzas en torno al número 43 de la calle de O'Donnell, donde está situada una sucursal del Banco de Santander que acababa de ser atracada. En un principio las fuerzas de seguridad pensaron que los atracadores permanecían dentro de la entidad bancaria utilizando a empleados y clientes como rehenes, pero cuando se decidieron a entrar en el local pudieron comprobar que los asaltantes habían huido antes de su llegada.Hacia las 11.15 horas, tres jóvenes penetraron, armados y a cara descubierta, en la mencionada suc...

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La policía efectuó en la mañana de ayer un espectacular e infructuoso despliegue de fuerzas en torno al número 43 de la calle de O'Donnell, donde está situada una sucursal del Banco de Santander que acababa de ser atracada. En un principio las fuerzas de seguridad pensaron que los atracadores permanecían dentro de la entidad bancaria utilizando a empleados y clientes como rehenes, pero cuando se decidieron a entrar en el local pudieron comprobar que los asaltantes habían huido antes de su llegada.Hacia las 11.15 horas, tres jóvenes penetraron, armados y a cara descubierta, en la mencionada sucursal, donde en esos momentos se encontraban el director, dos empleados y tres clientes. Los atracadores, una vez conseguido todo el dinero disponible, encerraron bajo amenaza de muerte a empleados y clientes en una gran caja fuerte situada en el sótano y se dieron a la fuga con el botín, cuyo monto se desconocía ayer.

Minutos después de la entrada de los asaltantes, y cuando éstos ya habían logrado evadirse, se presentaron en las inmediaciones de la entrada varios coches con efectivos del Cuerpo Superior de Policía y de la Policía Nacional, armados con metralletas y algunos de ellos protegidos con chalecos antibalas. Los policías cercaron el local y exigieron a través de megáfonos la salida de los asaltantes, según informaron testigos presenciales de los hechos. Al cabo de unos 15 minutos, y como no obtenían respuesta, varios agentes forzaron la entrada de la sucursal y penetraron con grandes precauciones en su interior, pero no vieron a nadie. Los empleados y clientes se encontraban retenidos en el interior de la caja fuerte, de donde fueron liberados por la policía, que al poco tiempo retiró sus fuerzas. En la tarde de ayer se desconocía la identidad de los tres asaltantes, que, según fuentes policiales, utilizaron el encierro de las seis personas presentes en el banco como un ardid para así facilitar su huida.

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