En Lisboa, los militares de izquierda critican a los dirigentes políticos

En el décimo aniversario de la creación del movimiento de los capitanes, los militares progresistas portugueses se quejan de una cierta ingratitud de los políticos. La au sencia del primer ministro y del presidente del Parlamento, los socialistas Mario Soares y Manuel Lito de Mórais, respectivamente, en las conmemoraciones del décimo aniversario de la creación del movimientó ha sellado el divorcio entre la izquierda militar y civil que coprotagonizó la revolución portuguesa de abril de 1974. en el discurso pronunciado en la Asociación Veinticinco de Abril, en presencia de unos ...

En el décimo aniversario de la creación del movimiento de los capitanes, los militares progresistas portugueses se quejan de una cierta ingratitud de los políticos. La au sencia del primer ministro y del presidente del Parlamento, los socialistas Mario Soares y Manuel Lito de Mórais, respectivamente, en las conmemoraciones del décimo aniversario de la creación del movimientó ha sellado el divorcio entre la izquierda militar y civil que coprotagonizó la revolución portuguesa de abril de 1974. en el discurso pronunciado en la Asociación Veinticinco de Abril, en presencia de unos centenares de militares y de algunas personalidades civiles invitadas, el general Antonio Ramalho Eánes trató de calmar la irritación sensible de sus antiguos compañeros de armas. Para el presidente de la República Portuguesa es aún demasiado temprano para formular "un juicio final objetivo" sobre los aspectos más relevantes de la revolución portuguesa, como, por ejemplo, la descolonización; pero los resultados en materia de democratizacíón son hechos de que los militares que forjaron el Veinticinco de Abril pueden, legítimamente, estar orgullosos.

Además la evolución posterior demostró que el régimen que derrumbaron, carente te legitimidad popular, había perdido también cualquier validez como "modelo de desarrollo económico", por lo que los militares se limitaron a dar expresión efectiva a una necesidad nacional, ratificada por los portugueses en todas las elecciones.