Orio, un pueblo que rema

Un pueblecito costero, que en el último censo ha dado 4.358 habitantes, es el símbolo de las traineras: Orio. No es sólo el pasaje de la captura de la ballena o las 23 banderas a lo largo de un dilatado historial, sino que la aureola oriotarra termina por ser protagonista de todo el mundillo de las traineras. Salvo excepciones, todas las que han despuntado, al menos en los últimos años, han tenido alguna vinculación con Orio.Kaiku, de Sestao, dominadora en los tres últimos años, lleva en sus filas como cerebro, aunque los tripulantes le llamen el Mongol, a José Luis Korta, oriota...

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Un pueblecito costero, que en el último censo ha dado 4.358 habitantes, es el símbolo de las traineras: Orio. No es sólo el pasaje de la captura de la ballena o las 23 banderas a lo largo de un dilatado historial, sino que la aureola oriotarra termina por ser protagonista de todo el mundillo de las traineras. Salvo excepciones, todas las que han despuntado, al menos en los últimos años, han tenido alguna vinculación con Orio.Kaiku, de Sestao, dominadora en los tres últimos años, lleva en sus filas como cerebro, aunque los tripulantes le llamen el Mongol, a José Luis Korta, oriotarra. Es un destacado remero en traineras y en embarcaciones olímpicas. Un profesional de la navegación, de mal carácter, pero que por donde pasa arrastra la bandera de La Concha. Ha sido campeón con Orio, Lasarte y ahora Kaiku, donde tiene sueldo de entrenador, aparte de lo que gane en las apuestas.

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Lasarte, que con el patrocinio de una empresa de neumáticos llegó a ganar dos banderas, no pasaba de ser una escisión de Orio, hasta hace tres años se polarizaban las posiciones entre quienes estaban a favor de Pedro Abreu, el cubano, singular mecenas del remo, posteriormente secuestrado por ETA, y sus contrarios.

Los disidentes suelen buscar acomodo en otros clubes, a la espera de tiempos mejores. "En el remo de Orio ha habido más escisiones que en ETA; en Orio uno se divide en tres". Así lo explicaba en tono político un habitual de la barra de Buenavista, en Igueldo. Allí, Ángel Irízar, de ilustre familia de gastrónomos, hacia finales de agosto muestra un significativo estado de excitación, presagio de la proximidad de las regatas.

Otra de las originalidades de Orio ha sido la de presentar traineras, pensando que no iba a ganar, con el nombre del pueblo vecino de Aguinaga, y llevarse la bandera. O, en sentido contrario, romper los pronósticos que le daban como favorito y dar pie a que los malpensados acuñaran la frase de que "Orio no se han llevado el trapo, pero sí la tela".

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