El arzobispo de Manila hace un llamamiento a la calma y a la reconciliación nacional

El cardenal Jaime Sin, arzobispo de Manila, hizo ayer un llamamiento a la calma y a la reconciliación nacional, ante el temor de que los funerales que se celebrarán hoy por el asesinado dirigente de la oposición filipina, Benigno Aquino, degeneren en una explosión de violencia antigubernamental.

Según el cardenal, el régimen de Marcos se ha mostrado "demasiado poco atento" a los problemas del pueblo filipino, y ha pedido la creación de un Consejo Nacional de Reconciliación Nacional "formado por personas cuya integridad sea incuestionable", con el fin de apaciguar la creciente cólera...

El cardenal Jaime Sin, arzobispo de Manila, hizo ayer un llamamiento a la calma y a la reconciliación nacional, ante el temor de que los funerales que se celebrarán hoy por el asesinado dirigente de la oposición filipina, Benigno Aquino, degeneren en una explosión de violencia antigubernamental.

Según el cardenal, el régimen de Marcos se ha mostrado "demasiado poco atento" a los problemas del pueblo filipino, y ha pedido la creación de un Consejo Nacional de Reconciliación Nacional "formado por personas cuya integridad sea incuestionable", con el fin de apaciguar la creciente cólera popular suscitada por el asesinato de Aquino.El cardenal Sin dijo que el pueblo filipino "se encuentra sumido en la miseria, abandonado, desgarrado por luchas fraticidas, con sus libertades limitadas y su dignidad pisoteada".

El arzobispo de Manila hizo estas declaraciones ante un grupo de periodistas, en las que manifestó que "quienes son conscientes de la situación en Filipinas están obligados a hacer todo lo que puedan para calmar la cólera y la impaciencia suscitadas por el asesinato de Aquino".

Mientras tanto, el general Próspero Olivas, presidente de la comisión que investiga el asesinato de Aquino, declaró ayer que el presunto criminal es Rolando Galman, un pistolero a sueldo conocido en los bajos fondos de Manila.