Las inundaciones en el País Vasco y en Cantabria han ocasionado ya 12 muertos y miles de millones en pérdidas

Doce víctimas mortales -nueve en Euskadi y tres en Cantabria- es el balance provisional de las graves inundaciones registradas en las últimas 48 horas. A los 12 muertos por tales riadas, según cifra facilitada a las 22.30 horas de ayer por el Ministerio del Interior, hay que añadir otra persona muerta en el norte de Burgos y una veintena de desaparecidos, según distintas estimaciones. Anoche la situación caótica que se había vivido en la capital vizcaína y pueblos de la provincia durante toda la jornada comenzaba a remitir. Las lluvias habían cesado, mientras los servicios y las comunicaciones...

Doce víctimas mortales -nueve en Euskadi y tres en Cantabria- es el balance provisional de las graves inundaciones registradas en las últimas 48 horas. A los 12 muertos por tales riadas, según cifra facilitada a las 22.30 horas de ayer por el Ministerio del Interior, hay que añadir otra persona muerta en el norte de Burgos y una veintena de desaparecidos, según distintas estimaciones. Anoche la situación caótica que se había vivido en la capital vizcaína y pueblos de la provincia durante toda la jornada comenzaba a remitir. Las lluvias habían cesado, mientras los servicios y las comunicaciones empezaban a restablecerse. La tormenta se desplazaba hacia Cantabria, donde los equipos de socorro permanecían en estado de máxima alerta y los refuerzos enviados encontraban fuertes dificultades para efectuar su misión.

El presidente del Gobierno, Felipe González, acompañado del ministro de Obras Públicas y Urbanismo, Julián Campo, se desplazó al País Vasco, donde acompañado del lendakari Carlos Garaikoetxea visitó las zonas afectadas, sobrevolando las provincias de Guipúzcoa, Vizcaya, Álava y Cantabria, así como el norte de Navarra y de Burgos y parte de la provincia de Asturias.En declaraciones en Bilbao, antes de regresar a la capital de España, Felipe González aseguró que la Administración pondrá en manos del Gobierno vasco todos los medios de que dispone para paliar la catástrofe. El presidente del Gobierno destacó también la solidaridad del pueblo español, el continuo contacto de las autoridades estatales y autonómicas y el esfuerzo desplegado por las Fuerzas Armadas. Por su parte, Carlos Garaikoetxea afirmó: "Tengo que hacer justicia a quienes han estado trabajando aquí denodadamente, que son todos los representantes de la Administración del Estado, Fuerzas de Seguridad y Ertzaina".

El Rey, por su parte, ha estado permanentemente informado de la situación, a través del teléfono, desde su residencia veraniega del palacio de Marivent, en Palma de Mallorca. Y hoy es muy probable que don Juan Carlos y doña Sofía visiten las zonas afectadas. Todas las poblaciones españolas se han volcado en el envío de alimentos, medicinas y mantas para los damnificados del norte. Las unidades de la VI Región Militar (con sede en Burgos) permanecen en estado de alerta, mientras equipos de salvamento procedentes de diversas provincias, dotados de lanchas, helicópteros, puentes transportables y material de auxilio, trabajaban en las zonas más afectadas. Alrededor de veinte helicópteros de las Fuerzas Armadas y de la Guardia Civil -uno de cuyos miembros murió en Llodio, en misión de rescate- salvaron a numerosos grupos de ciudadanos que se hallaban atrapados en los tejados de las viviendas.

Anoche, a la hora de cerrar esta edición, la situación estaba controlada en Guipúzcoa, Navarra, Vizcaya, Burgos y Asturias, región esta última donde a mediodía de ayer fueron evacuadas todas las personas que vivían cerca del no Sella, ante las amenazas de desbordamiento de sus agitas. La provincia de Guipúzcoa, después del aislamiento a que estuvo sometida el pasado viernes, ayer, recobraba la normalidad, quedando abiertos al tráfico prácticamente todos los accesos por carretera, y restablecida la línea férrea Madrid-Irún, así como los servicios telefónicos y de fluído eléctrico.

Páginas 12 a 15