Catalana de Gas deberá compensar a Enagas en concepto de tarifas no abonadas, según el laudo de Pedrol Rius

Catalana de Gas, SA, la empresa distribuidora de gas natural en la zona nororiental de la península, deberá abonar a la Empresa Nacional del Gas (Enagas) la suma de 171 millones de pesetas en concepto, fundamentalmente, de diferencias tarifarias no abonadas entre agosto de 1979 y febrero de 1982, según el laudo emitido por Antonio Pedrol Rius, decano del Colegio de Abogados de Madrid, a cuyo arbitraje se sometieron las dos compañías para dirimir su litigio en torno a las tarifas que aplicaba Enagas a Catalana por sus suministros de gas natural.

El esperado laudo, que se conoció ayer, es...

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Catalana de Gas, SA, la empresa distribuidora de gas natural en la zona nororiental de la península, deberá abonar a la Empresa Nacional del Gas (Enagas) la suma de 171 millones de pesetas en concepto, fundamentalmente, de diferencias tarifarias no abonadas entre agosto de 1979 y febrero de 1982, según el laudo emitido por Antonio Pedrol Rius, decano del Colegio de Abogados de Madrid, a cuyo arbitraje se sometieron las dos compañías para dirimir su litigio en torno a las tarifas que aplicaba Enagas a Catalana por sus suministros de gas natural.

El esperado laudo, que se conoció ayer, está siendo analizado en su alcance técnico por las dos empresas afectadas, que no quisieron comentar por el momento cuál es su reacción inmediata. Un portavoz de Enagas manifestó que el arbitraje será estudiado por el consejo de administración de la sociedad en su próxima reunión. Por su lado, el departamento de prensa de Catalana de Gas señaló que la compañía "ha tomado nota" del dictamen, y añadió que considera el litigio "un problema de relaciones entre el proveedor y el cliente".Las dos empresas, que han mantenido diferencias históricas sobre el régimen tarifario que regulaba los suministros de gas natural de Enagas a Catalana, decidieron en octubre de 1982 someter sus distintos criterios al fallo de un laudo, que se encargó de mutuo acuerdo al abogado Pedrol Rius. Las diferencias se referían en concreto a las tarifas que debería aplicar Enagas a la firma catalana por el gas natural suministrado procedente de Libia.

Catalana de Gas interpretaba que las tarifas superaban las acordadas en los acuerdos que unían a las dos sociedades a raíz de que Catalana subrogara a Enagas el contrato de suministro a largo plazo que la sociedad con sede en Barcelona estableció hace diez años con el país norteafricano. La creación de Enagas en 1973 forzó a Catalana a subrogar sus derechos por este contrato a la sociedad estatal, lo que se hizo en el año 1975. Por estos acuerdos, Enagas es obligada a aprovisionar de gas a Catalana a unos precios diferenciales.

Con fecha de 29 de diciembre de 198 1, sin embargo, Enagas firmó un nuevo contrato de suministro de gas natural con Libia para la compra de 10.000 millones de termias al año, una vez que el anterior acuerdo, establecido por mediación de la compañía norteamericana Exxon con Catalana, se extinguiera. A partir de entonces, Enagas modificó su sistema tarifario con relación a Catalana.

El período de exceso/defecto de facturación que estaba en litigio entre las dos empresas correspondía a los últimos seis meses de 1979, los años 1980 y 1981 y los dos primeros de 1982. Enagas exigía a Catalana una compensación de 1.764 millones de pesetas, mientras que la firma catalana reclamaba 4.052 millones por exceso en el precio. Ahora, el laudo establece que Catalana debe pagar a Enagas 171 millones de pesetas "por todos los conceptos sometidos al arbitraje".

Precios aún bajos

Fuentes de la empresa estatal, del grupo Instituto Nacional de Hidrocarburos (INH), manifestaron que la compañía "no se pronunciará sobre el laudo, o sobre la posibilidad de apelar al mismo, hasta que se reúna su consejo de administración". En medios gasísticos se hacía referencia, sin embargo, al hecho de que Catalana de Gas, incluso con la nueva política de tarifas decidida por el Gobierno, conserva todavía los precios de suministro de gas natural más bajos de España en relación con otras compañías distribuidoras.Otros medios, por el contrario, señalaban el papel histórico desempeñado por la sociedad que preside Pere Durán Farrel en el desarrollo del gas natural. En su argumentación se hacía referencia al hecho de que el Gobierno, en el momento de creación de Enagas, decidiera traspasar a esta nueva sociedad toda la infraestructura importadora y transformada de la firma catalana, restringiendo su actividad a la mera distribución a los consumidores.

El litigio que han mantenido estas dos sociedades ha dificultado, en algunos momentos, las relaciones de Catalana de Gas con' las diferentes administraciones. En los últimos meses, y tras un comienzo hostil, los directivos de Catalana han establecido muy buenas relaciones con el Gobierno socialista, según ponen de manifiesto medios gasísticos. Pere Durán Farrel se ha convertido desde entonces en uno de los principales abogados de la nueva política energética socialista, a juzgar por sus continuas declaraciones públicas.

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