Animales

La tortuga un físico singular

Aunque también pertenecen al grupo de los reptiles, estos animales, a diferencia del resto, gozan de simpatía y aceptación general

No he comprendido nunca el motivo por el que los reptiles son tan odiados, y pienso que en muchos casos es fruto del más profundo desconocimiento, ya que las tortugas también son reptiles y, sin embargo, eseapan a ese comentado odio. ¿Cuál puede ser el motivo? Puede que su organización, que las diferencia sustancialmente de los demás animales de la especie.Hay que reconocer que las tortugas tienen un físico singular y grotesco, un movimiento lento y dan poca sensación de peligro. Tal vez sean estas peculiaridades las que hacen de este animal un ser gracioso y más cercano a nuestras costumbres....

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No he comprendido nunca el motivo por el que los reptiles son tan odiados, y pienso que en muchos casos es fruto del más profundo desconocimiento, ya que las tortugas también son reptiles y, sin embargo, eseapan a ese comentado odio. ¿Cuál puede ser el motivo? Puede que su organización, que las diferencia sustancialmente de los demás animales de la especie.Hay que reconocer que las tortugas tienen un físico singular y grotesco, un movimiento lento y dan poca sensación de peligro. Tal vez sean estas peculiaridades las que hacen de este animal un ser gracioso y más cercano a nuestras costumbres. Su abultado caparazón y la carencia de dientes reptilianos son también factores a su favor.

La tortuga ya existía en la Era Primaria, y desde entonces ha permanecido siendo un verdadero ejemplo de adaptación. Ya únicamente falta que el hombre tome bajo su protección las especies que permanecen y se ocupe de que no desaparezcan.

Tienen un metabolismo muy bajo, y por ello sus necesidades son mínimas. Puede, por ejemplo, pasar largos periodos sin respirar. Algo semejante les sucede con la comida. Por cierto, conviene tener en cuenta que algunas tortugas son exclusivamente carnívoras o herbívoras, aunque la mayor parte son omnívoras, si bien es muy conveniente tener en consideración que los animales más jóvenes son también los que mayor necesidad tienen de alimentos de origen animal. Curiosamente, las tortugas, herbívoras son las que con mayor frecuencia rechazan los alimentos que les son suministrados por los humanos, cuando se encuentran en cautividad, llegando incluso a dejarse morir de hambre.

Los poseedores de, tortugas que desconocen el sexo de la que cuidan sienten, por lo gene ral, fuerte interés por saber si cuidan un macho o una hembra. Generalizando, diremos que el dimorfismo, o diferenciación, no está suficientemente claro para los no expertos, aunque puede tomarse como regla que la cola del macho es moderadámente larga y ancha, terminada fre cuentemente en un espolón cór neo. Las hembras tienen la cola un poco menos larga y el orificio de la cloaca se sitúa cerca de la base.

La formación de las parejas se efectúa después de la hibernación, al despertarse en primavera.

Las tortugas pequeñas que se intenten mantener en un vivario deben ser cuidadas de mane ra meticulosa, teniendo en cuenta que el agua -que nunca debe tener mayor altura que la del caparazón del animal puesto en reposo- debe ser renovada con frecuencia, debe filtrarse y procurar que su acidez sea un poco elevada. Si se añade un poquito de sal bien disuelta, se evitará en lo posible la formación de hongos.

Una buena comida para tortugas puede estar formada por la mezcla de verduras muy picadas, algo de arroz, un poco de carne molida, sales de calcio y una gota de aceite de hígado de bacalao. Esta mezcla, dada cada dos días, es suficiente.

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