No hay seguridad sobre la riqueza de la mina de estaño de Pontevedra

La investigación del yacimiento de estaño localizado en el ayuntamiento de Forcarey (Pontevedra), está en fase preliminar y hasta 1984 no será posible saber si es o no explotable, según los geólogos que desde hace dos años trabajan en las prospecciones. Los citados geólogos se vieron sorprendidos ante la información difundida por la agencia Efe que señalaba a este yacimiento pontevedrés como el más importante de España.

Las prospecciones se llevan a cabo desde hace dos años a cargo de la compañía canadiense Río Ibe con la intervención de tres geólogos y cinco obreros que trab...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La investigación del yacimiento de estaño localizado en el ayuntamiento de Forcarey (Pontevedra), está en fase preliminar y hasta 1984 no será posible saber si es o no explotable, según los geólogos que desde hace dos años trabajan en las prospecciones. Los citados geólogos se vieron sorprendidos ante la información difundida por la agencia Efe que señalaba a este yacimiento pontevedrés como el más importante de España.

Las prospecciones se llevan a cabo desde hace dos años a cargo de la compañía canadiense Río Ibe con la intervención de tres geólogos y cinco obreros que trabajan con camiones con perforadora.

La casiterita se obtiene de una veta situada a noventa metros de profundidad y cubierta con pizarra en una superficie de 1.400 metros de longitud por 400 de ancho en la cima del monte Penachán, de propiedad municipal. El material extraído se analiza en Inglaterra y la riqueza del mineral hasta ahora encontrado es variable.

Distintos medios económicos han recordado, ante la publicidad dada al yacimiento pontevedrés, al que se ha calificado del mayor de Europa, lo que ocurrió hace unos años con las bolsas de gas del Golfo de Cádiz y Jaca. Entonces también se exageró, incluso por parte de algunas autoridades, la riqueza de aquellos yacimientos. La realidad posterior desmentiría este optimismo y situaría las reservas energéticas de los pozos en términos mucho más moderados.

Archivado En