TRIBUNALES

La Fiscalía General del Estado abre una investigación sobre las sectas

La Fiscalía General del Estado ha iniciado una investigación en torno a las actividades de algunas confesiones religiosas o místicas como Hare-Krisna y Raschimura, a las que se acusa de realizar prácticas de anulación de personalidad y contrarias a los derechos y libertades recogidas por la Constitución. El resultado de estas investigaciones determinará, según un portavoz de la Fiscalía General del Estado, las acciones que el Gobierno emprenderá sobre el tema. Ésta es la primera vez que la Administración de Justicia decide investigar globalmente el problema.Estas investigaciones se iniciaron a...

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La Fiscalía General del Estado ha iniciado una investigación en torno a las actividades de algunas confesiones religiosas o místicas como Hare-Krisna y Raschimura, a las que se acusa de realizar prácticas de anulación de personalidad y contrarias a los derechos y libertades recogidas por la Constitución. El resultado de estas investigaciones determinará, según un portavoz de la Fiscalía General del Estado, las acciones que el Gobierno emprenderá sobre el tema. Ésta es la primera vez que la Administración de Justicia decide investigar globalmente el problema.Estas investigaciones se iniciaron a raíz de la denuncia presentada al Defensor del Pueblo por unos familiares de un muchacho que ingresó en la comunidad de Hare-Krisna, en Palma de Mallorca. Esta denuncia, junto con la realizada recientemente por un ex seguidor de Raschimura, y presentada en el juzgado de guardia de Barcelona, habría provocado la decisión del Gobierno de investigar este tipo de comunidades.

Es esta la primera vez que la Fiscalía General del Estado decide entrar a fondo en el tema de las sectas o seudosectas, sumándose a la lucha iniciada por numerosos países europeos hace muchos años. En España se calcula que existen 46 de estas sectas, que cuentan con un censo total que supera las 40.000 personas, a la mayoría de las cuales se las ha sometido a un proceso de despersonalización.

Las sectas empezaron a invadir España en 1976, coincidiendo con el proceso de liberalización del país, paralelamente al proceso de fiscalización que sufrieron en diferentes países europeos. Los expertos aseguran que España se ha convertido en el paraíso de este tipo de comunidades y señalan que, si el Gobierno no asume algún tipo de control, pueden incrementar su presencia.

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