Tribuna:

La Bolsa consiguió superar las condiciones adversas

La pasada semana representó una prueba para el mercado de valores, con el debate parlamentario sobre los Presupuestos Generales del Estado en curso, y unos tipos de interés en el mercado interbancario que se empeñaban en poner de manifiesto con insistente machaconería sus reticencias a aceptar recortes significativos. Es forzoso reconocer que las Bolsas consiguieron superar esta conjuncíón de circunstancias desfavorables con una cierta soltura y que el balance semanal, por cuanto tiene de confirmación de la resistencia del mercado de acciones a aceptar recortes, cabe ser calificado de positivo...

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La pasada semana representó una prueba para el mercado de valores, con el debate parlamentario sobre los Presupuestos Generales del Estado en curso, y unos tipos de interés en el mercado interbancario que se empeñaban en poner de manifiesto con insistente machaconería sus reticencias a aceptar recortes significativos. Es forzoso reconocer que las Bolsas consiguieron superar esta conjuncíón de circunstancias desfavorables con una cierta soltura y que el balance semanal, por cuanto tiene de confirmación de la resistencia del mercado de acciones a aceptar recortes, cabe ser calificado de positivo.El protagonismo, a lo largo de todo el ciclo, correspondió de forma destacada a la moderación que exhibieron los vendedores a la hora de cursar sus órdenes correspondientes. Esta actitud terminó por constituir un poderoso estímulo para que algunos inversores institucionales potentes reiniciasen sus procesos compradores, que fueron los que en definitiva acabaron por determinar las mejoras registradas en los últimos días de la semana.

El punto de contraste del, ciclo lo constituyeron los valores bancanos, que mantuvieron una política bursátil asombrosamente prudente a lo largo de las cuatro reuniones, evitando con exquisito cuidado adoptar actitudes que les pudiesen llevar a tener que asumir el protagonismo en unas reuniones donde la falta de animación hacía que cualquier comportamiento discordante con la aburrida media del mercado, por discreto que resultase, fuera objeto de los más variados comentarios por parte de los asistentes habituales a las salas de contratación.

Precisamente por esto el comportamiento de Eléctricas Reunidas de Zaragoza fue objeto de no pocas controversias. Prácticamente en solitario, y con un punto de falta de pudor, la Compañía Eléctrica del Ebro continuó siendo objeto de fuertes tensiones compradoras que se centraban en sus derechos de suscripción, al resultar extremadamente difícil acceder a la compra de acciones de esta sociedad, por la tremenda presión que se está ejerciendo sobre ellas. La paternidad de este severo marcaje era atribuida por una buena parte de los especialistas a la acción combinada de dos grandes empresas del sector privado que se tienen repartidos los cuatro mercados de valores nacionales para centrar su actividad sobre Reunidas, y a la actuación de algún organismo próximo a las instancias oficiales.

A partir de estas realidades, los más variopintos comentarios comenzaron a circular con profusión. La realidad es que no se pudo confirmar ninguno y que los mejor informados manifestaban su convencimiento de que raramente se generaría una oferta pública de compra de acciones de forma inmediata.

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