Los partidos italianos, a la caza del millón de votos radicales

Si no hay en el último momento un golpe de efecto, el Partido Radical no se presentará a las elecciones legislativas de junio próximo en Italia. Así lo quiere su líder, Marco Pannella, secretario general del partido, y así lo ha votado el XVI Congreso Extraordinario, que se acaba de celebrar en Roma. Ya se ha puesto en marcha la caza, dentro de las fuerzas progresistas, a ese más de un millón de votos recogidos por los radicales en 1979, fecha que representó el gran triunfo de las huestes de Pannella.En verdad, el partido va a pedir a sus afiliados que anulen el voto escribiendo, por ej...

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Si no hay en el último momento un golpe de efecto, el Partido Radical no se presentará a las elecciones legislativas de junio próximo en Italia. Así lo quiere su líder, Marco Pannella, secretario general del partido, y así lo ha votado el XVI Congreso Extraordinario, que se acaba de celebrar en Roma. Ya se ha puesto en marcha la caza, dentro de las fuerzas progresistas, a ese más de un millón de votos recogidos por los radicales en 1979, fecha que representó el gran triunfo de las huestes de Pannella.En verdad, el partido va a pedir a sus afiliados que anulen el voto escribiendo, por ejemplo, "Soy jubilado", "Soy un joven sin trabajo" o "Soy un ciudadano en contra de los partidos oficiales".

Piden los radicales un voto de protesta. Pero es evidente que el millón y pico de italianos que en las elecciones anteriores votaron la rosa apretada por el puño cerrado del símbolo radical no van a obedecer a estas consignas, y así esos votos sueltos podrían significar una de las mayores novedades de las próximas elecciones. Ya se hacen pronósticos: podrían ir a aumentar las filas comunistas, sobre todo porque en 1979 los votos radicales salieron casi todos de aquella parroquia, como aquí se llama a los partidos.

Aunque no pocos de estos votos podrían acabar también en el Partido Socialista, de cualquier modo se tratará siempre de votos a la izquierda.

Unos votos importantes, por que esta vez la izquierda podría obtener el 51% de los votos, en cuyo caso el Partido Comunista -lo acaba de decir Berlinguer- estaría dispuesto a estudiar la posibilidad de apoyar una presidencia del Gobierno socialista.

Quedan, sin embargo, dos incógnitas: los radicales, en el último momento, podrían acabar presentándose a las elecciones y, por otra parte, los socialistas aparecen cada día menos entusiastas de la política de la alternativa de izquierdas, propugnada esta vez por el Partido Comunista.

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