La reactivación de la economía mundial

Esperanza frustrada para España

La economía española, que hace 10 años caminaba en el bloque de las de mayor crecimiento de Europa Occidental, no sólo se encuentra estancada y en un momento particularmente difícil, sino que tendrá que afrontar a medio plazo sacrificios altamente costosos para poder empalmar con el pelotón de cabeza, que está presenciando su propia salida del túnel.Aunque el ministro de Economía y Hacienda, Miguel Boyer, ha rechazado muy recientemente la eventualidad de un plan de estabilización para la economía española, la traslación al caso español de las recomendaciones de la Organización para la C...

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La economía española, que hace 10 años caminaba en el bloque de las de mayor crecimiento de Europa Occidental, no sólo se encuentra estancada y en un momento particularmente difícil, sino que tendrá que afrontar a medio plazo sacrificios altamente costosos para poder empalmar con el pelotón de cabeza, que está presenciando su propia salida del túnel.Aunque el ministro de Economía y Hacienda, Miguel Boyer, ha rechazado muy recientemente la eventualidad de un plan de estabilización para la economía española, la traslación al caso español de las recomendaciones de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) no dejan ningún margen de dudas.

Estabilización o política de ajuste, la economía española requiere medidas urgentes en los planos monetario, fiscal, salarial y reformas estructurales, que pongan fin a los impedimentos que obstaculizan su normal funcionamiento.

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El propio Boyer, en su discurso ante la sesión ministerial de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico, reconoció que su Gobierno puede emprender un camino muy parecido al que sugieren estas recomendaciones porque, por vez primera, en España existe una estabilidad política y social, que posibilita este tipo de actuaciones, muy difíciles previamente de llevar a cabo.

Reducir el diferencial de inflación

El objetivo gubernamental es reducir el diferencial de inflación en dos puntos con relación a los países de la Comunidad Económica Europea, frenar el proceso de destrucción de empleos y acometer la serie de reformas que la economía española necesita.Éste es el único camino cuando el balance heredado de 1982 era de una inflación del 14%, un desempleo en torno al 16%. de la población activa, un déficit presupuestario que ronda el 6%. del PIB y un déficit de balanza de pagos de 4.000 milones de dólares.

Con la elaboración de un plan económico a medio plazo, el Gobierno socialista español pretende también empalmar en unos años la economía española con la de sus vecinos, sobre todo cuando se está llamando a la puerta de la CEE. El programa de actuación a medio plazo para determinadas economías (las que no se encuentran en el grupo de privilegiadas) es una de las recomendaciones del organismo con base en Pasís.

Con todo, las expectativas de crecimiento para la economía española no son malas a simple vista. Para 1983, la economía española puede crecer un 1,9%, porcentaje muy en la línea del resto de las naciones del área, aunque éste sea insuficiente para crear empleo a corto plazo. Como mucho, según dijo el propio ministro de Economía, Miguel Boyer, para frenar un proceso de destrucción de puestos de trabajo.

Pero la expectativa favorable de un crecimiento general en los países occidentales puede, incluso, acelerar un proceso de recuperación de la economía española, que no es descartable, pese a la naturaleza de los problemas existentes.

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