Cartas al director

Qué lástima que

en el programa de Televisión Su turno se tocara un tema tan importante como la discriminación de la mujer supeditándolo, como siempre, a la carrera contra reloj, que tan bien lleva el señor Hermida, a los cortes para la publicidad y, en esta ocasión, además, y para colmo, a las continuas interrupciones de Pilar Narvión. Esta señora no sólo hablaba cuando era su turno, sino también cuando era el tumo de los demás, eso sí, confesándose públicamente de ser muy charlatana, como si eso fuera eximente para que los telespectadores tuviéramos que escuchar sus continuas opiniones, y no las de Carmen Sa...

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en el programa de Televisión Su turno se tocara un tema tan importante como la discriminación de la mujer supeditándolo, como siempre, a la carrera contra reloj, que tan bien lleva el señor Hermida, a los cortes para la publicidad y, en esta ocasión, además, y para colmo, a las continuas interrupciones de Pilar Narvión. Esta señora no sólo hablaba cuando era su turno, sino también cuando era el tumo de los demás, eso sí, confesándose públicamente de ser muy charlatana, como si eso fuera eximente para que los telespectadores tuviéramos que escuchar sus continuas opiniones, y no las de Carmen Sarmiento, por ejemplo, que, a pesar de intentar continuamente profundizar y hablar seriamente de un tema que conoce y del que puede aportar datos, testimonios y reportajes, por no definirse a sí misma como charlatana, se vio privada de la palabra reiteradamente durante el programa.Si la señora Narvión es muy charlatana, debe quedar una tarde con sus amigos en una cafetería para charlar a placer, pero, si asíste a un debate, debe limitarse a sus turnos, ya que el público, seguramente, desea escuchar a todo el mundo. Aunque a esta señora las explicaciones de Carmen Sarmiento le aburran, le puedo asegurar que, según he pedido comprobar, a la mayoría de las mujeres nos interesan y mucho.

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Creo que las mujeres y los hombres que de verdad creemos en la libertad y en la igualdad debemos estar agradecidos a Carmen Sarmiento y a las mujeres que, como ella, con su trabajo y sus denuncias nos abren un camino hacia el futuro. /

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