Cartas al director

El latifundio del poder

Deseo referirme a un artículos firmado por el señor Cebrián aparecido el domingo 17, titulado El latifundio del poder, en el que hace una serie de reflexiones sobre las próximas elecciones municipales.Al margen del contenido general del artículo, quisiera hacer una pequeña matización a un párrafo que me parece un tanto confuso, o que al menos puede prestarse a confusiones. En él alude el señor Cebrián a la influencia de la política local en los destinos del Estado, y dice después: "Zalamea y Móstoles son nombres incrustados en nuestra literatura y nuestra epopeya, precisamente por sus c...

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Deseo referirme a un artículos firmado por el señor Cebrián aparecido el domingo 17, titulado El latifundio del poder, en el que hace una serie de reflexiones sobre las próximas elecciones municipales.Al margen del contenido general del artículo, quisiera hacer una pequeña matización a un párrafo que me parece un tanto confuso, o que al menos puede prestarse a confusiones. En él alude el señor Cebrián a la influencia de la política local en los destinos del Estado, y dice después: "Zalamea y Móstoles son nombres incrustados en nuestra literatura y nuestra epopeya, precisamente por sus corregidores". Creo que, al menos por lo que yo interpreto en este párrafo y por el sentido general del artículo,

Pasa a la página 10

El latifundio del poder

Viene de la página 9el señor Cebrián confunde el oficio de corregidor con el de alcalde, cargos diferentes y teniendo el de corregidor su origen en tiempos de Alfonso XI. Era el corregidor un delegado y representante del rey en el municipio. Durante la Edad Moderna, a partir del siglo XV, cada vez fue mayor la intervención real en el nombramiento de alcaldes, aunque los pueblos no cesaron de reclamar su antiguo derecho de tener alcaldes foreros (o de elección popular), subsistiendo en algunos lugares al lado del corregidor (cuyas atribuciones y poder eran cada vez mayores) y de los alcaldes ordinarios o de voz regia. Como dice Domínguez Ortiz, si utilizásemos un lenguaje actual podríamos considerar al corregidor como una especie de gobernador civil. /

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