GALICIA

Se entrega sin resistencia el portugués que se encerró con rehenes en Vigo

Después de 41 horas de encierro, ayer por la mañana se entregó a la policía el súbdito portugués que el pasado lunes se había hecho fuerte en la vivienda que ocupaba con su amante, manteniendo como rehenes a una hija de ésta, de 20 años de edad, y a un nieto de un año. La policía había intentado el martes penetrar en la vivienda y reducir a Eduardo Matos da Costa, de 44 años, pero hubo de desistir ante su agresividad, alimentada por la gran cantidad de alcohol que había ingerido.

En vista de que reclamaba insistentemente la presencia de su amante, se simuló que ésta se encontraba en...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Después de 41 horas de encierro, ayer por la mañana se entregó a la policía el súbdito portugués que el pasado lunes se había hecho fuerte en la vivienda que ocupaba con su amante, manteniendo como rehenes a una hija de ésta, de 20 años de edad, y a un nieto de un año. La policía había intentado el martes penetrar en la vivienda y reducir a Eduardo Matos da Costa, de 44 años, pero hubo de desistir ante su agresividad, alimentada por la gran cantidad de alcohol que había ingerido.

En vista de que reclamaba insistentemente la presencia de su amante, se simuló que ésta se encontraba enferma y se intentó introducirla en la casa en una camilla que era transportada por dos policías vestidos de camilleros, pero tampoco esta estratagema dio resultado, al insistir Eduardo Matos en que la mujer tenía que entrar sola.

Eduardo Matos estaba armado con una escopeta de cañones recortados, no con una pistola, como al principio se creía.

Después de que consiguiera abandonar el encierro la mujer de 20 años, Eduardo Matos continuó con el niño de un año, al que alimentó con los víveres que los vecinos le hicieron llegar.

Ayer por la mañana, Eduardo Matos aparecía más tranquilo. Respondió a una llamada telefónica del corresponsal de EL PAÍS restando importancia a su encierro y diciendo que él se había quedado con el nieto de la mujer con la que vivía, simplemente, porque la hija se había ido con ella. Dijo también que estaba dispuesto a salir, que no pasaba nada y que entregaría el arma.

Entregado sin resistencia

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

La conversación con el secuestrador fue interrumpida precisamente en el momento en que entraba la policía. Eduardo Matos se entregó sin resistencia y el niño que mantenía secuestrado fue rescatado sano y salvo.Eduardo Matos había tenido repetidos enfrentamientos con el yerno de la mujer con la que vivía y fue su exigencia de quedarse en la casa únicamente con su amante la que le hizo tomar la decisión de encerrarse con dos rehenes.

Archivado En