La negociación de la venta de Banca Catalana a La Caixa, en un punto muerto

Las negociaciones para la venta del paquete mayoritario que el Fondo de Garantía de Depósitos ostenta en Banca Catalana a la Caja de Pensiones (La Caixa) han entrado en un punto muerto, dado que el Fondo no ha aceptado la mayoría de las condiciones que La Caixa requería para asumir con plena seguridad la propiedad del grupo bancario.Según fuentes fidedignas informaron a este diario, el requisito principal exigido por la entidad de ahorro, consistente en la garantía de los créditos dudosos (inversiones en participadas y 16.000 millones de morosidad) no ha sido concedido, por el momento, ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Las negociaciones para la venta del paquete mayoritario que el Fondo de Garantía de Depósitos ostenta en Banca Catalana a la Caja de Pensiones (La Caixa) han entrado en un punto muerto, dado que el Fondo no ha aceptado la mayoría de las condiciones que La Caixa requería para asumir con plena seguridad la propiedad del grupo bancario.Según fuentes fidedignas informaron a este diario, el requisito principal exigido por la entidad de ahorro, consistente en la garantía de los créditos dudosos (inversiones en participadas y 16.000 millones de morosidad) no ha sido concedido, por el momento, por los dirigentes del Fondo. Otro tanto sucede con el solicitado mayor plazo para las ayudas financieras ya otorgadas a Catalana: respecto a los más de 30.000 millones sin interés y a ocho años, no hay modificaciones, si bien parece existir buena disposición de la autoridad monetaria para alargar hasta seis años los 120.000 millones de créditos al 8% que fueron concedidos en su momento a Catalana a un plazo de cinco años.

Tampoco en el ámbito de la exención de coeficientes -sobre todo el coeficiente de caja- se ha avanzado más respecto a la situación que ya goza el grupo bancario.

Estos datos configuran una situadión que, en argumento dé la eventual compradora, provocaría que el grupo bancario siguiera generando pérdidas al vencimiento de los mencionados plazos -si se conservase la actual plantilla-, dado que de los 160.000 millones de depósitos con que cuentan sus entidades cabeceras (Catalana, Industrial de Cataluña e Industrial del Mediterráneo) tan sólo unos 30.000 millones son plenamente productivos.

El punto muerto en que en estos momentos están las conversaciones, sin embargo, puede variar en los próximos días, dado el interés de la autoridad económica y monetaria (el ministro de Hacienda, Miguel Boyer, y el Banco de España) en culminar la operación.

Oposición de UGT

Esta compraventa siguió originando ayer tomas de postura contrarias. La UGT de Cataluña hizo público un comunicado en el que manifestaba su "rotunda oposición" a la misma. La oposición del Sindicato de Ahorro de la UGT se debe a la confusión entre entidades de distinta naturaleza que, en su opinión, generaría esta operación; a la ruptura del programa electoral socialista en lo tocante al ahorro y a la superposición de redes comerciales de ambas entidades.

El sindicato propugna, por el contrario, que salvándose la "catalanidad de la gestión" del grupo bancario, se llegue a una solución que "garantice la titularidad pública por parte del Patrimonio del Estado, antes de llegar a otras soluciones". UGT solicita la creación de un Instituto de Crédito Catalán, a crear por la Generalitat, que facilitase la salida al grupo bancario. En términos similares, aunque menos rotundos, se definió también ayer la sección sindical de UGT en La Caixa.

Archivado En