Asesinado en Portugal el observador de la OLP en el congreso de la Internacional Socialista

Isani Sartaui, observador de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) en el XVI Congreso de la Internacional Socialista, fue asesinado ayer por la mañana en el vestíbulo del hotel de Montechoro (Portugal) donde se celebraba la reunión. El autor del atentado, un joven alto y con gafas, vació el cargador de su pistola sobre el dirigente palestino y se dio a la fuga, perseguido por dos policías que no lograron atraparle.El asesinato de Sartaui, un moderado al que se consideraba artesano del, por otra parte, tímido diálogo palestino-israelí, fue reivindicado por el grupo terror...

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Isani Sartaui, observador de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) en el XVI Congreso de la Internacional Socialista, fue asesinado ayer por la mañana en el vestíbulo del hotel de Montechoro (Portugal) donde se celebraba la reunión. El autor del atentado, un joven alto y con gafas, vació el cargador de su pistola sobre el dirigente palestino y se dio a la fuga, perseguido por dos policías que no lograron atraparle.El asesinato de Sartaui, un moderado al que se consideraba artesano del, por otra parte, tímido diálogo palestino-israelí, fue reivindicado por el grupo terrorista palestino Abu Nidal, para el que se trataba de "un criminal y un traidor, un agente del Mosad israelí, de la CIA y de los servicios secretos británicos".

Las reacciones han sido unánimemente condenatorias, tanto por parte de los líderes socialistas reunidos en Portugal (Felipe González, Willy Brandt, Shimon Peres y Jalid Jumblat, entre otros) como por el líder de la OLP, Yasir Arafat (que habló de "manipulación del Mosad"), e incluso por algunos partidos israelíes (el Mapam elogió su "coraje y obstinación en el campo de la paz").

Lo cierto es que el camino para una solución negociada en Oriente Próximo tiene ahora más obstáculos que nunca. Pocas horas después del atentado, el rey Hussein de Jordania afirmaba que no participará en las conversaciones con Israel y que deja en manos de la OLP "la responsabilidad de tomar cualquier decisión sobre su suerte y la forma de liberar su territorio". Los planes de paz (tanto el de Reagan como el de Fez) pierden muchas de sus posibilidades de desembocar en un acuerdo.

El atentado eclipsó las resoluciones del congreso de la Internacional Socialista, algunas de ellas importantes, como la relativa a Centroamérica (con fuertes críticas a Estados Unidos y un claro apoyo al régimen sandinista de Nicaragua). Felipe González puso el énfasis, sin embargo, en un llamamiento a la paz: "Tenemos que alzar nuestra voz para decir basta a tanta violencia".

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