El diario izquierdista italiano 'Il Manifesto' gana la primera batalla para superar sus problemas económicos

El diario italiano Il Manifesto, considerado una de las voces más libres e inconformistas de la izquierda en Europa, amenazado de cierre por problemas financieros, debido a retrasos burocráticos del Estado en la aplicación de subvenciones a la Prensa, acaba de ganar su primera batalla. Había salido el jueves a la calle con un número especial vendido, como protesta civil, a 1.000 pesetas el ejemplar. Un gesto de protesta, porque Il Manifesto considera, como declaró su director, Valentino Parlato, que en un país donde "ni el pan tiene un precio político no es justo que se imponga un precio a los...

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El diario italiano Il Manifesto, considerado una de las voces más libres e inconformistas de la izquierda en Europa, amenazado de cierre por problemas financieros, debido a retrasos burocráticos del Estado en la aplicación de subvenciones a la Prensa, acaba de ganar su primera batalla. Había salido el jueves a la calle con un número especial vendido, como protesta civil, a 1.000 pesetas el ejemplar. Un gesto de protesta, porque Il Manifesto considera, como declaró su director, Valentino Parlato, que en un país donde "ni el pan tiene un precio político no es justo que se imponga un precio a los periódicos".

El objetivo del ejemplar a mil pesetas era no sólo recabar fondos sino también, y sobre todo, lanzar un prueba a la opinión pública para conocer realmente en qué medida los lectores inconformistas de este diario estaban dispuestos a dar una respuesta positiva para que Il Manifesto pudiera seguir viviendo. Y la respuesta ha sido más que positiva, ya que fueron vendidos 40.000 ejemplares: exactamente el doble de la tirada normal del periódico. Hubo obreros que, no pudiendo pagar un número, juntaron su dinero para comprarlo. Por primera vez, todos los periodistas de Il Manifesto, empezando por el director, salieron a la calle a vender ejemplares voceándolos desde las puertas de los bancos hasta los mercados.Y de toda Europa y hasta de EE UU llegaron a la redacción del periódico telegramas de solidaridad, sobre todo porque corrió la sospecha de que podría existir una voluntad de ciertas fuerzas políticas conservadoras a obligar a Il Manifesto a cerrar sus puertas.

La simpatía que este diario despierta, incluso en quienes no comparten completamente su ideología se debe al hecho de que es el único en Italia que no depende de un dueño. Está formado por dos cooperativas, de periodistas y tipógrafos. Todos, desde el tipógrafo, a la oficinista, al periodistas y hasta el mismo director ganan lo mismo: 70.000 pesetas.

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