Los mineros encerrados en Santa Comba retirarán los explosivos

Los explosivos colocados a la entrada de la mina de wolframio y estaño, propiedad de la empresa Coparex Minera, en el municipio coruñés de Santa Comba, por los veinte trabajadores que desde hace cuatro días mantienen un encierro para reivindicar mejoras salariales, y laborales, serán retirados hoy mismo, según el compromiso que establecieron ayer en La Coruña representantes del comité de empresa -en el que es mayoritaria la central Intersindical Nacionalista de los Trabajadores Gallegos- con el gobernador civil de la provincia, Domingo Ferreiro, mediador en el conflicto.Los delegados de los tr...

Los explosivos colocados a la entrada de la mina de wolframio y estaño, propiedad de la empresa Coparex Minera, en el municipio coruñés de Santa Comba, por los veinte trabajadores que desde hace cuatro días mantienen un encierro para reivindicar mejoras salariales, y laborales, serán retirados hoy mismo, según el compromiso que establecieron ayer en La Coruña representantes del comité de empresa -en el que es mayoritaria la central Intersindical Nacionalista de los Trabajadores Gallegos- con el gobernador civil de la provincia, Domingo Ferreiro, mediador en el conflicto.Los delegados de los trabajadores, que expresaron sus quejas por el tratamiento sensacionalista que, a su juicio, han dado los medios de comunicación a la existencia de cargas de dinamita en todos los accesos a la mina, anunciaron formalmente su propósito de que sean retirados todos los explosivos ante el inspector de Trabajo, Digno Fernández, que actúa también como mediador.

Posteriormente, los miembros del comité de empresa mantuvieron en el Gobierno Civil otra reunión con un abogado que representa los intereses de Coparéx Minera, para intentar llegar a un acuerdo sobre las diferencias salariales que el pasado día 7 de marzo sirvieron de motivo a la huelga que dio origen al actual conflicto. Los representantes de los trabajadores insisten en solicitar un aumento lineal de 15.000 pesetas, cantidad inferior a la que exigían en principio, frente a la oferta de 5.500 pesetas formulada por la empresa, como única alternativa.