Moscoso afirma que no se puede hacer el cambio con quienes fracasaron en la Administración

"Que no se nos diga que podemos hacer un cambio profundo en la Administración con quienes han fracasado en la reforma administrativa en el pasado y tienen planteamientos continuistas en muchos casos", manifestó ayer el ministro de la Presidencia, Javier Moscoso, en justificación de la remoción de directores y subdirectores generales llevada a cabo por el nuevo Gobierno. Por otro lado, aseguró que los sustitutos de los destituidos eran funcionarios en su mayoría, y minimizó la cuantía de los subdirectores generales destituidos: 112, frente a los 250 que denunció Alfonso 0sorio del Grupo Popular...

"Que no se nos diga que podemos hacer un cambio profundo en la Administración con quienes han fracasado en la reforma administrativa en el pasado y tienen planteamientos continuistas en muchos casos", manifestó ayer el ministro de la Presidencia, Javier Moscoso, en justificación de la remoción de directores y subdirectores generales llevada a cabo por el nuevo Gobierno. Por otro lado, aseguró que los sustitutos de los destituidos eran funcionarios en su mayoría, y minimizó la cuantía de los subdirectores generales destituidos: 112, frente a los 250 que denunció Alfonso 0sorio del Grupo Popular.

El número de directores generales cesados, según Presidencia, es de alrededor de 170 -excluidos los de los gabinetes, por su carácter político-, lo que supone la remoción de la práctica totalidad de los titulares de direcciones generales, si bien de dicha cifra, sobre la que Presidencia carece de datos precisos, hay que detraer los cesados por cambio de denominación de la dirección en cuestión, y nombrados de nuevo, así como los promovidos a puestos superiores o iguales.También negó Moscoso las acusaciones vertidas contra dicha política de remoción, en el sentido que vulneraba las promesas electorales socialistas. "Nosotros hemos prometido llegar a una Administración absolutamente profesionalizada, y es algo que hemos de alcanzar al final de un proceso, no al comienzo de ese proceso. Es absurdo que se pretenda identificar nuestras promesas electorales con el hecho de que debamos mantener en puestos de responsabilidad a personas del pasado".

Respecto a la imputación de la oposición de que se estaba sustituyendo funcionarios, al frente de las direcciones generales por políticos, Moscoso declaró que el más del 87% de los directores generales nombrados -excluidos los pertenecientes a gabinetes eran funcionarios, y que casi el 100% de los subdirectores generales nombrados eran asimismo funcionarios. En cualquier caso, recordó el ministro de la Presidencia que el 100% de los directores generales heredados habían sido designados como personal de confianza política, posibilidad legal de la que también ha hecho uso el nuevo Gobierno.

Con respecto a los subdirectores generales, manifestó que su remoción había sido originada por la necesidad de los directores generales de contar con personal de su confianza, si bien recordó que en diciembre se había instado desde la Presidencia a que su remoción se hiciese por causas justificadísimas" y que, en cualquier caso, los sustitutos fuesen funcionarios. También señaló que a los cesados se les había mantenido los niveles retributivos de que gozaban.

De los 182 subdirectores cesados, frente a 228 nombrados, según datos de Presidencia, 112 no han recibido nueva designacióntreinta fueron promocionados a cargos superiores y setenta fueron destinados a subdireccones generales o puestos de niveles similares. El número total de directores generales nombrados, incluidos los adscritos a gabinetes, son 206. El grueso de los nombramientos de directores generales, no automáticamente equiparable al número de ceses, se ha producido en los ministerios de Presidencia (30), Economía y Hacienda (34), Asuntos Exteriores (20), Trabajo (16), Transportes (15) y Obras Públicas (13).

Modelo alemán

Moscoso manifestó su intención de "llegar a una Administración al estilo de la alemana, que cuando se produzca un cambio político, con poco más de la remoción de 250 personas, pueda seguir funcionando perfectamente el aparato estatal. Los nuevos cargos serán, como es evidente, el presidente, vicepresidente, los ministros y miembros de los gabinetes. Precisamente, para llegar a ese final necesitamos hacer estos cambios en el inicío del proceso".Moscoso reiteró que la remoción de cargos había sido mucho menor que la producida con Gobiernos anteriores, a pesar de que al tratarse de un "proceso continuista, los relevos eran mucho menos necesarios que ahora, que hay un proceso de cambio, que obviamente hay que hacerlo con personas que creen en el cambio". Negó que se hubiesen producido, prácticamente, remociones por debajo del nivel de subdirector general.

Con respecto al número de funcionarios eventuales o de designación política, Moscoso afirirnó que se habían nombrado alrededor de 170, contra los 504 heredados, que cesaron "no por nosotros, sino por la llamada ley de Osorio de 1977, que establecía el cese automático del eventual cuando cesaba el político al cual estaba adscrito".

Según Moscoso, con la regulación de los gabinetes del presidente, vicepresidente, ministros y secretarios de Estado realizada por Presidencia se ha conseguido que "ahora se sabe cuántos gabinetes hay, cuántas personas hay en cada uno de ellos y cuánto cobran quienes están en ellos". Por el contrario, a su juicio anteriormente este tema estaba envuelto en una nebulosa: "El presidente podría nombrar un ilimitado número de asesores con un ilimitado número de pesetas en los sueldos". También criticó que buena parte de dichos eventuales no cumplía funciones políticas o de confianza, lo que a su entender era absolutamente irregular. Afirmó que dichos casos estaban siendo estudiados individualmente, para dar una estabilidad a aquellos que cumpliesen auténticamente una función.