La encuesta sobre el aborto carece de validez científica, según el doctor Vicente Navarro

"Me preocupa el comportamiento de los colegios de médicos de España, los más rígidos, políticos y anticientíficos de todos los países que conozco. Creíamos que en Estados Unidos eran muy conservadores, pero en comparación con éstos son la guardia roja. La encuesta sobre el aborto pasada a los colegiados españoles carece de cualquier validez científica y supone una manipulación abusiva por parte de un poder ultraderechista, dijo ayer el doctor Vicente Navarro, catedrático de Salud Pública de la Universidad John Hopkins, de Baltimore (Estados Unidos).

El doctor Navarro pronunció una confe...

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"Me preocupa el comportamiento de los colegios de médicos de España, los más rígidos, políticos y anticientíficos de todos los países que conozco. Creíamos que en Estados Unidos eran muy conservadores, pero en comparación con éstos son la guardia roja. La encuesta sobre el aborto pasada a los colegiados españoles carece de cualquier validez científica y supone una manipulación abusiva por parte de un poder ultraderechista, dijo ayer el doctor Vicente Navarro, catedrático de Salud Pública de la Universidad John Hopkins, de Baltimore (Estados Unidos).

El doctor Navarro pronunció una conferencia con el título de Aborto, ciencia y vida, en la Ciudad Sanitaria Provincial de Madrid, invitado por la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública."Si la encuesta planteada por el Consejo General de Colegios Médicos dijera sólo que la vida comienza en el momento de la concepción", siguió el doctor Navarro, "me parecería bien como planteamiento filosófico. Pero lo que encuentro intolerable es que añada desde el punto de vista científico', porque yo querría recordar, a este respecto, el principio de universalidad de la ciencia y decir que sólo tiene carácter de tal aquella que vale igual en Nueva York que en Madrid, como la ley de la gravedad, y que la ciencia, en cuanto a conocimiento, práctica e institución, no es un proceso estático", añadió.

Vicente Navarro citó como ejemplo "la homosexualidad, que en Estados Unidos pasó de ser un acto criminal a una enfermedad, y de aquí, a constituir un acto saludable a partir de que en 1980 la Asociación Norteamericana de Psiquiatría negara su carácter de dolencia. Lo mismo sucedió con el aborto, que se legalizó, a todos los efectos, en 1973, después de permitirse sólo por indicaciones terapéuticas y de constituir previamente un acto criminal".

El catedrático español, residente en Norteamérica, dijo que "es inaceptable que en un país donde la sindicación no es obligatoria haya una ley que obligue a los profesionales de la medicina a estar en el Colegio de Médicos", porque hay intereses de personas que se autodefinen como representativas y no lo son.

Tras explicar que "no puede hablarse de vida humana individualizada hasta que la masa celular que es el feto pueda vivir independientemente de otra persona", el doctor Navarro dijo que la Corte Suprema norteamericana había considerado en un principio que esto sucedía a las veinticuatro semanas de gestación y luego se fue reduciendo el plazo, pero ahora considera que no hay posibilidad de vida humana individualizada en los tres primeros meses, "y les aseguro que la Corte Suprema de Estados Unidos no es un grupo radical progresista de izquierda". Con respecto al argumento de que la vida humana comienza con la fecundación, el profesor Navarro citó a la Human Genetic Society, "la sociedad científica más importante del mundo, que ha negado que esto sea así. ¿Pueden decir los colegios de médicos españoles que ellos son más científicos?".

Después de citar diversos estudios que demuestran que en Estados Unidos la despenalización del aborto hizo descender la mortalidad materna en un 40% y la mortalidad neonatal e infantil, el doctor Navarro se preguntó por qué el silencio de "esos médicos que se llaman ahora pro vida", de la Iglesia y "de las llamadas fuerzas liberales" ante datos como que el 80% de las poblaciones españolas no tengan tratamiento de aguas negras, que en nuestro país se utilice una enorme cantidad de tóxicos prohibidos en otros países o que pueda haber un peligro de guerra nuclear, y terminó diciendo que, en el sentido más riguroso, las llamadas fuerzas pro vida son fuerzas pro muerte".

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