Ingrao propugna una amplia democratización interna del Partido Comunista italiano

Pietro Ingrao puso ayer en pie a los delegados presentes en la tercera jornada del congreso del Partido Comunista italiano (PCI) con una intervención en la que se planteó por primera vez en una reunión de este tipo una abierta defensa de la democratización interna, de una mayor transparencia en los debates de sus altas instancias y la primacía de los organismos electivos sobre los ejecutivos.

Por sorpresa, lanzó la propuesta de celebrar una conferencia especial del PCI para estudiar temas tan candentes para los comunistas italianos como son los de organización y estructura interna. Mien...

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Pietro Ingrao puso ayer en pie a los delegados presentes en la tercera jornada del congreso del Partido Comunista italiano (PCI) con una intervención en la que se planteó por primera vez en una reunión de este tipo una abierta defensa de la democratización interna, de una mayor transparencia en los debates de sus altas instancias y la primacía de los organismos electivos sobre los ejecutivos.

Por sorpresa, lanzó la propuesta de celebrar una conferencia especial del PCI para estudiar temas tan candentes para los comunistas italianos como son los de organización y estructura interna. Mientras tanto, empiezan a filtrarse algunos datos sobre las discusiones a puerta cerrada en las comisiones, y ayer en los pasillos se aseguraba que Armando Cossutta iba a retirar su enmienda filosoviética relativa al desenganche del PCI con Moscú.Con voz grave y firme, Ingrao rompió el hielo y la cortesía con que hasta ahora eran acogidos los discursos que mañana y tarde se suceden en el Palacio de los Deportes milanés. Interrumpido en numerosas ocasiones, el dirigente comunista fue objeto de la más cerrada ovación de este congreso.

Los delegados, en pie, no cesaban de aplaudir y hasta se oyeron algunos "bravos" una vez que hubo abandonado Ingrao el podio y regresado a su asiento en la tribuna reservada a los dirigentes del PCI. Enrico Berlinguer, secretario general del PCI, hundido en su asiento, se limitaba a aplaudir cortésmente.

Negó Ingrao que la democratización interna y la transparencia de los debates en los organismos directivos (es decir, la publicidad y difusión de las controversias en tales discusiones) conduzca a la fragmentación del partido comunista en corrientes, ya que esto, en su opinión, se puede evitar "buscando nuevas y precisas reglas".

Por el contrario, señaló el dirigente comunista, esto servirá para satisfacer "la sed de conocimiento y participación en un debate libre que la base considera necesaria corno fuerza de arrastre de las decisiones políticas. No bastan ya los actos de fe; afortunadamente, hemos laicizado nuestras convicciones".

La 'alternativa democrática'

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Junto al llamamiento para la renovación y moralización de la vida política italiana -"no basta sólo con cambiar el Gobierno"-, ocupó también lugar destacado en su discurso la cuestión de la "alternativa democrática", que Ingrao concibe como un trabajo desde la base, desde las distintas formaciones y movimientos sociales, posición que ha sido criticada desde la línea oficial del partido.Tras pedir a los socialistas y a las formaciones progresistas que acudan junto al PCI con un programa común a las próximas elecciones, para arrebatar votos a la democracia cristiana, Ingrao dejó claro ayer que era suicida "esperar sentados a la puerta" hasta que otros acepten tal alternativa democrática. Se refería con ello a los socialistas y a las demás fuerzas progresistas llamadas por el PCI a llevarla a cabo, y entroncaba con la intervención pronunciada el jueves por la noche por Alfredo Reichlin, miembro de la dirección comunista, quien señaló que la unidad "en la alternativa" tiene que forzarla el propio PCI como hizo en los años cuarenta. Reichlin ha aparecido en este congreso como una figura en ascenso. Considerado hasta ahora como un muy fiel seguidor de Berlinguer, en su discurso marcó un cierto distanciamiento con el secretario general. Se habla de que puede salir al finalizar el presente congreso como vicesecretario general del PCI.

La apoteosis Ingrao, a juicio de observadores y algunos delegados consultados, no va a tener consecuencias prácticas inmediatas y espectaculares en la correlación de, fuerzas en el seno del partido comunista. A medio y largo plazo constituye, no obstante, una corriente de opinión que los dirigentes del PCI tendrán que tener muy en cuenta, porque está muy difundida entre cuadros intermedios y la base. "El secretismo a partir de 1979 nos hizo perder militantes y fuerza", decía ayer una veterana comunista en el comedor de delegados.

Las primeras indiscreciones sobre el trabajo de las comisiones señalan la existencia de una dura lucha a puerta cerrada. Los delegados han sido advertidos para que estén disponibles el lunes por la mañana, porque es posible que el congreso no pueda darse por concluido el domingo, como, estaba previsto. En los pasillos se dice que puede ser renovada de forma numéricamente importante la composición del Comité Central, no tanto en lo que se refiere al actual equilibrio de fuerzas como a las personas que forman parte de este organismo.

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