Tribuna:SPLEEN DE MADRID

Sócrates

No, nada, hombre, si no es nada, para qué hablar de ello, mayormente, a cualquiera le pasa, sólo que no fue Platón quien, al morir, tuvo la "elegancia patética" de recordar a los circunstantes que debía un gallo a alguien. Fue Sócrates, mayormente.Pero ya digo que a cualquier columnista le pasa. O a cualquier locutor de la teleuve, como Dragó, sobre cuya "bofetada nacional" de incultura, en la entrevista con Eco, ha escrito un artículo muy guapo Lázaro Carreter, sin nombrar a nadie. Yo la había visto antes, la rosa, me refiero. En directo/directo. "Deb...

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No, nada, hombre, si no es nada, para qué hablar de ello, mayormente, a cualquiera le pasa, sólo que no fue Platón quien, al morir, tuvo la "elegancia patética" de recordar a los circunstantes que debía un gallo a alguien. Fue Sócrates, mayormente.Pero ya digo que a cualquier columnista le pasa. O a cualquier locutor de la teleuve, como Dragó, sobre cuya "bofetada nacional" de incultura, en la entrevista con Eco, ha escrito un artículo muy guapo Lázaro Carreter, sin nombrar a nadie. Yo la había visto antes, la rosa, me refiero. En directo/directo. "Debo un gallo a Esculapio; pagádselo, por favor". Ni era Platón ni era Esculapio, cómo rayos le iba a deber un gallo Platón a Esculapio, cómo rayos le iba a deber un gallo Esculapio a Sócrates, cómo rayos le iba a deber el gallo un gallo a nadie.

Más que como corte de la derecha en un tema de BUP/COU, el dato me interesa como "olvido voluntario"' (Freud acierta siempre en lo pequeño, como todos los grandes), ya que el nacionalcatolicismo se dice que viene de la democracia cristiana, la democracia cristiana, de Balmes, pero en más ferroviario, Balmes de Platón y Platón de Cristo, o a la viceversa, que a los autores de religiones comparadas en fascículos ya les da igual, y la cosa es enchufar el integrismo a un sincretismo casi griego, porque las genealogías de la derecha/derecha, quién nos lo iba a decir, carecen de genealogía.

Santo Tomás, un suponer, acaba diciendo que su Summa es paja y abjurando de tanto Aristóteles beatificado (no consta si Aristóteles le debía un gallo a alguien, que los griegos parece que se traían mucho trapicheo de gallos y efebos unos con otros).

Quede claro: todo el idealismo/ inmanentismo de la derecha viene de Platón a través de Cristo. Platón no es sino el snob de Sócrates, que lo malversa, como hacemos siempre los snobs. De ahí que los escritores de derechas tengan siempre un momento dominical y tonto -se escribe en domingo para el lunes, en los papers- en que confunden a Sócrates con Platón y un gallo con otro. En la noche de los tiempos, todos los gallos son pardos. Pero en qué estaría yo pensando, oyes, si es que tengo demasiado trabajo, Matilde, todos los días te lo digo, y luego viene el tío Paco (Umbral) con la rebaja. Quede claro, repito: todo el racionalismo / descriptivo/ historicismo viene de Sócrates y llega hasta un oscuro tipógrafo madrileño de capital, don Pablo Iglesias, pasando por Descartes, Spinoza y Marx. Es lo que la horda/hidra llama "la izquierda". Nada, Sócrates tuvo la sabiduría de no escribir nada, y Cristo le imitó con instinto judeo, salvo unos signos con el dedo, para que los leyese el mar, borrándolos. Platón no es el traductor de Sócrates, sino su traidor, según el dicho conocido que define como traidor a todo traductor (y me alegra no tener que aplicar eso a los míos/mías).

Como Abril Martorell no era el traductor de los silencios machos de Suárez, sino su traidor. Como don Cierva no era/es el traductor de los párrafos verbales que se echa Fraga, sino su traidor (y Fraga, que no es tonto, lo sabe). Como los litoralistas rama Lerroux (otros prefieren Cambó, por variar), que conspiran en el filo de un sable como en un club, no son los traductores (a las lenguas de fuego peninsulares) de ninguna leal oposición, sino unos desleales. O sea, que toda la derecha universal e histórica viene de Platón, y toda la izquierda, de Sócrates.

Lo cual que no tiene importancia, y así se explica, claro, que los "columneros de Castilla" (Juan Cueto), humanicen al discípulo con la inmensa humanidad del maestro.

Ah, y una cosa: que el "pagádselo" colectivo de Platón/Sócrates tampoco vale, porque el maestro no hacía el encargo a la colectividad, sino a su mujer, Xantipa, que naturalmente le adoraba.

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