Redada 'ultra'

PuebloDurante mucho tiempo, nuestro país estuvo considerado un lugar fácil para ciertos delincuentes políticos de signo ultra buscados en sus respectivos Estados y acogidos a la indiferencia española o al amoroso regazo de alguna dictadura latinoamericana. Fascistas italianos, neonazis europeos, ultraderechistas de diversos países continentales, terroristas negros, pardos o azules escapados de la justicia, transitaban o se establecían silenciosamente en nuestro país. En casi todos los casos, estos individuos no participaban en actos terroristas locales, pero su sola presencia servía par...

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PuebloDurante mucho tiempo, nuestro país estuvo considerado un lugar fácil para ciertos delincuentes políticos de signo ultra buscados en sus respectivos Estados y acogidos a la indiferencia española o al amoroso regazo de alguna dictadura latinoamericana. Fascistas italianos, neonazis europeos, ultraderechistas de diversos países continentales, terroristas negros, pardos o azules escapados de la justicia, transitaban o se establecían silenciosamente en nuestro país. En casi todos los casos, estos individuos no participaban en actos terroristas locales, pero su sola presencia servía para sospechar que podían tener contactos con ultras nacionales. La presencia de ultraderechistas italianos, por ejemplo, se dejó ver incluso en alguna convocatoria pública.Ahora, una trama negra extranjera ha sido desmantelada en nuestro territorio, fruto del intercambio de informaciones entre las policías de España, Francia e Italia, lo que ha llevado a la detención de presuntos implicados en la terrible matanza de la estación de Bolonia y el atentado contra la sinagoga judía de París. Se trata, al parecer, de ultras y terroristas de verdadero peso, a juzgar por la importancia de sus acciones. ( ... )

Estas detenciones, fruto de la cooperación entre las fuerzas de seguridad de diferentes países, son importantes no sólo por el hecho en sí, sino por lo que significan. La trágica megalomanía de los terroristas de extrema derecha o de extrema izquierda no debe quedar impune. Lamentablemente, en la España del pasado, la energía que se ponía en reprimir a un lado del espectro ideológico se perdía cuando se trataba del signo contrario. No era extraño que, mientras en las cárceles españolas hubiera compatriotas cuyo único delito había sido opinar pacíficamente o pedir la libertad política, se pasearan libremente por nuestros caminos ex nazis y criminales de guerra, o terroristas extranjeros con presumibles vínculos con importantes personalidades del pasado. Ahora, la actuación policial -y hay que felicitarse por la profesionalidad de nuestra policía, que actúa en función de los delitos, no de la ideología de las personas- ha atrapado a estos presuntos terroristas, que cometieron actos que en su día levantaron una verdadera indignación y que deberán ser devueltos a la justicia de sus países para afrontar su culpabilidad en crímenes tan viles.(. ..)

, 18 de febrero

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