Ocho reclusos, autolesionados en la cárcel de Burgos

El centro penitenciario de Burgos, que alberga a 511 reclusos de muy diversa clasificación penal, lleva registrados en los últimos meses diversos incidentes internos que culminaron el pasado fin de semana en un serio disturbio en el que ocho reclusos se autolesionaron para evitar ser internados en celdas celulares y los funcionarios de la prisión hicieron uso de esprais lacrimógenos para restablecer la normalidad.Los hechos se desencadenaron el pasado fin de semana, pero no fueron conocidos hasta ayer, en que la esposa de uno de los autolesionados denunció que su marido y otros presos no había...

El centro penitenciario de Burgos, que alberga a 511 reclusos de muy diversa clasificación penal, lleva registrados en los últimos meses diversos incidentes internos que culminaron el pasado fin de semana en un serio disturbio en el que ocho reclusos se autolesionaron para evitar ser internados en celdas celulares y los funcionarios de la prisión hicieron uso de esprais lacrimógenos para restablecer la normalidad.Los hechos se desencadenaron el pasado fin de semana, pero no fueron conocidos hasta ayer, en que la esposa de uno de los autolesionados denunció que su marido y otros presos no habían recibido asistencia médica, punto este desmentido por el director de la prisión, Martiniano Martín.

Al parecer, según la versión de este, el centro penitenciario de Burgos venía padeciendo un alto incremento de violencia interna motivada por la existencia de bandas organizadas que extorsionaban, robaban y agredían a los otros reclusos. La situación había llegado a un punto en que casi todos los días se producía algún herido por arma blanca o golpes, habiendo solicitado cincuenta reclusos que se les internase en celdas individuales para evitar ser agredidos.

Ante este estado de cosas, el día 20 se acordó meter en celdas aisladas a los reclusos más conflictivos, ante lo cual seis de ellos se automutilaron, produciéndose cortes en los brazos. Según el director, estos fueron atendidos por la ATS del centro, si bien tres hubieron de ser ingresados en el hospital de donde fueron dados de alta al día siguiente. Este mismo día se autolesionaron otros dos reclusos y el resto ocasionó a altas horas de la noche un disturbio en las celdas que fue atajado con la utilización de esprais lacrimógenos.

En estos momentos, según el director, la situación está controlada, si bien 37 reclusos permanecen en celdas aisladas por petición propia y otros 28 por decisión del centro. Según el director la vida en esta prisión sería más pacífica si se ampliasen los talleres de trabajo y si se hiciese una clasificación de los reclusos.