Incertidumbres excesivas

Los funcionarios públicos siguen siendo noticia constante estos días, como si de la reforma de la Administración dependiera nuestro futuro y ellos fueran los causantes de todos los males que parecen achacársele. Y esto ni es cierto ni, desde luego, es justo. De ese modo se va creando, con indudable frivolidad y grandes dosis de demagogia, una especie de chivo expiatorio ante la opinión pública, que no entra en profundidades a la hora de enjuiciar y divulgar rumores, noticias superficiales y otras distintas maneras de la desinformación. ( ... )Se comenzó divulgando rumores sobre horarios, su ex...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Los funcionarios públicos siguen siendo noticia constante estos días, como si de la reforma de la Administración dependiera nuestro futuro y ellos fueran los causantes de todos los males que parecen achacársele. Y esto ni es cierto ni, desde luego, es justo. De ese modo se va creando, con indudable frivolidad y grandes dosis de demagogia, una especie de chivo expiatorio ante la opinión pública, que no entra en profundidades a la hora de enjuiciar y divulgar rumores, noticias superficiales y otras distintas maneras de la desinformación. ( ... )Se comenzó divulgando rumores sobre horarios, su exigencia y fichaje. Se lanzaron horas de entrada y salida, jornadas, continuadas o partidas, y otras tantas medias-noticias. Y hasta se achacó a un acuerdo de Gobierno una detallada aplicación, pormenorizada en sus datos, de todo ello, luego desmentida. Al parecer, tras ese auténtico aluvión de insistencia sobre la exigencia de este deber funcionarial, se ha dejado a negociación con los sindicatos del sector su fijación y aplicación, y esperemos que, si así va a ser, al fin, se acierte a adecuar lo teórico a la realidad. Pero, mientras tanto, no se sabe a ciencia cierta cuál será y cómo la jornada de los funcionarios en el año ya comenzado. ( ... )

Finalmente, aplazada la presentación del proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado, norma en que, cada año, se establecía la retribución de los funcionarios, tampoco saben éstos, ya iniciado el año, cuál será aquélla durante 1983.

En suma, como ya hemos denundiado en otros editoriales, se van acumulando incertidumbres sobre un sector de españoles cuya nota característica era, precisamente, la seguridad y la inamovilidad, ahora también amenazada con la posibilidad de su transferencia forzosa a las administraciones de las comunidades autónomas. Y esa situación no puede mantenerse, añadiéndose a ella, conforme el tiempo avanza y no se toman decisiones, cada vez más problemas, además expuestos y tratados del modo indicado y sin que se asuma, en todos sus aspectos, una problemática, compleja y delicada, como ésta, que afecta a un importante número de personas con sus correspondientes familias, un estatus al que legalmente accedieron y los derechos a él inherentes, hoy día en tan grave como injusto entredicho.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

8 de enero

Archivado En