La Caixa pide permiso para ir a la ampliación de Banca Catalana

La Caja de Pensiones para la Vejez y de Ahorros (La Caixa) ha decidido acudir a la ampliación de capital de Banca Catalana, con 1.084 millones de pesetas. Para ello, ha pedido el oportuno permiso al Banco de España y a la Dirección General de Política Financiera de la Generalitat de Cataluña.

La cantidad mencionada corresponde al 7% de la ampliación de capital -algo superior a los 15.000 millones de pesetas- y es la consecuencia de la voluntad de la institución de ahorro de mantener en la nueva etapa del banco exactamente la misma proporción de capital, ni más ni menos, que v...

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La Caja de Pensiones para la Vejez y de Ahorros (La Caixa) ha decidido acudir a la ampliación de capital de Banca Catalana, con 1.084 millones de pesetas. Para ello, ha pedido el oportuno permiso al Banco de España y a la Dirección General de Política Financiera de la Generalitat de Cataluña.

La cantidad mencionada corresponde al 7% de la ampliación de capital -algo superior a los 15.000 millones de pesetas- y es la consecuencia de la voluntad de la institución de ahorro de mantener en la nueva etapa del banco exactamente la misma proporción de capital, ni más ni menos, que venía ostentando desde julio de 1979, fecha en que tomó un paquete accionarial para reforzar la precaria situación económica de Banca Catalana.

La decisión de acudir a la ampliación de capital venía predeterminada por lo estipulado en el contrato firmado en aquella fecha entre ambas entidades. Dicho convenio establecía que La Caixa acudiría a las sucesivas ampliaciones de Banca Catalana. El contrato no se limitaba a este aspecto, sino que contemplaba las relaciones de tesorería (en los momentos de crisis de depósitos de Banca Catalana, la Caja de Pensiones fue, tras el Banco de España, la institución que mayores ayudas de tesorería concedió al grupo bancario) y las crediticias, tanto en su vertiente de préstamos hipotecarios como en la de créditos bancarios avalados, así como la suscripción de bonos de caja.

Evitar el incumplimiento

Por tal motivo, con la decisión de la Caja de Pensiones de acudir a la ampliación, ésta se convierte en el segundo accionista de Banca Catalana, después del Fondo de Garantía de Depósitos en Instituciones Bancarias. Hasta la intervención del Fondo, La Caixa venía siendo el primer accionista del banco.El motivo principal que ha conducido a la institución de ahorro a acudir a la ampliación ha sido, precisamente, que no pueda imputársele incumplimiento de alguna de sus cláusulas. Entre las estipulaciones del pacto figuraba un compromiso de recompra del paquete del 7%, es decir, que Catalana se comprometio a recomprar a La Caixa las acciones que le vendió en un momento de dificultades de tesorería. En el caso de que ahora esta última no suscribiera la parte que le corresponde en la ampliación, esta recompra, que debe realizarse al mismo precio que la primera parte de la operación -esto es, casi mil millones de pesetas, pues se trataba de trescientos millones nominales valorados al 300%- podría peligrar, es decir, Banca Catalana podría acogerse al articulado para evitarla.

La venta del paquete del 7% se realizó en julio de 1979. La entrega de las acciones fue hecha el diciembre de aquel mismo año. A partir de tres años después de esta entrega, -que finalizan precisamente ahora- Pensiones podía ejercer su derecho a la reventa durante seis meses. Es este el objetivo que ha perseguido la caja acudiendo a la suscripción.

La institución de ahorro ha hecho pública su decisión en los últimos momentos del plazo existente para la ampliación de capital, pretendiendo con ello no influir en absoluto en el proceso de la misma, puesto que sus razones para participar en ella provienen de una situación de hace tres años y sus motivos no coinciden necesariamente -al menos como prioridad- con los protagonistas de la campaña pro suscripción popular encabezada por el comerciante y promotor nacionalista Josep Espar Ticó, quien ha movilizado a unas 4.000 personas y cerca de quinientos millones de pesetas. Del mismo modo, durante este tiempo no ha nombrado al consejero al que tenía derecho, ni piensa hacerlo tampoco a partir de ahora.

El nuevo consejo de Banca Catalana, que sustituirá a los funcionarios del Fondo de Garantía de Depósitos, quedará nombrado en las próximas horas. Formarán parte de él algún representante del Fondo, que al haber cubierto más del 80% de la ampliación queda como accionista principal, así como personas de la vida económica catalana.

Mientras tanto, el presidente provisional de Catalana, Juan Antonio Ruiz de Alda, ha realizado intensas gestiones en los últimos días para configurar este nuevo consejo. Entre ellas cabe destacar las conversaciones mantenidas con algún antiguo administrador de la entidad.

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