Rosa de Lima Manzano: "Es una cota más en el proceso de incorporación de la mujer a la vida pública"

Sin proponérselo, una persona logró ayer el privilegio de eclipsar en un acto oficial a Alfonso Guerra, vicepresidente del Gobierno: Rosa de Lima Manzano, ahogada de 33 años, burgalesa, casada y con tres hijos, que ayer juró su cargo como primera gobernadora civil de España, "aunque no será la única", como confirmaba el ministro del Interior, José Barrionuevo. "Quiero romper una lanza en el proceso de incorporación de la mujer a las más altas cotas de responsabilidad en la vida activa y en la política española y a la igualación de sus derechos con los del hombre", declaraba después de prometer...

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Sin proponérselo, una persona logró ayer el privilegio de eclipsar en un acto oficial a Alfonso Guerra, vicepresidente del Gobierno: Rosa de Lima Manzano, ahogada de 33 años, burgalesa, casada y con tres hijos, que ayer juró su cargo como primera gobernadora civil de España, "aunque no será la única", como confirmaba el ministro del Interior, José Barrionuevo. "Quiero romper una lanza en el proceso de incorporación de la mujer a las más altas cotas de responsabilidad en la vida activa y en la política española y a la igualación de sus derechos con los del hombre", declaraba después de prometer su cargo como primera autoridad provincial de Palencia.

Nacida en Villanueva de Gumiel en 1949, hija de un cualificado empleado de una entidad bancaria residente en la capital, Rosa de Lima Manzano se licenció en derecho en la Universidad de Deusto-Bilbao. Miembro del cuerpo de letrados de la AISS, fue juez de paz en Aranda de Duero (Burgos) para pasar luego al Gobierno Civil de la provincia, donde prestó servicios por espacio de 4 años. Hasta ayer era Jefa de Servicios Provincial de Administración Local de Burgos en el Consejo General de Castilla-León y teniente de alcalde del ayuntamiento de la capital. Casada hace siete años con un abogado en activo, ambos se incorporaron al PSOE, en calidad de militantes, en noviembre de 1975.José Barrionuevo y Alfonso Guerra se acercaron a saludarle al término del acto de toma de posesión de 25 nuevos gobernadores civiles. "¡Eres una valiente!" le espetaron ambos al comentar su decisión de aceptar el cargo. "Va siendo hora de romper tabúes", le comentaba el vicepresidente, al tiempo que afirma "¡Qué bonito nombre tienes!". El ministro del Interior le advirtió que en el segundo paquete de nombramientos del resto de gobernadores habrá al menos otra mujer.

"La verdad", reconocía entre divertida y nerviosa Rosa de Lima Manzano, "que me ha caído un buen muerto encima. El nombramiento me ha cogido por sorpresa, aunque algo así me temía. Nunca jamás hubiera pensado que yo podía llegar a ser gobernadora. La responsabilidad que se me ha conferido es grande y dura la tarea, pero no debe de indentificarse mi labor exclusivamente con el orden público. He decidido aceptar el cargo sobre todo pensando en esos 10 millones de personas que han votado al partido que apoya al gobierno. Se han esperado muchos años para este momento y creo que nadie en este país puede negarse, y menos siendo militante socialista, a apoyar al Gobierno Deseo, por ello, ser una pieza en el engranaje que debe hacer verdad el lema por el cambio.".

"Conozco poco Palencia", aseguró, "pero me he preocupado ya de estudiar los problemas específicos de aquella provincia". Asediada desde ayer por la mañana ya por las revistas del corazón ("me aterra perder la intimidad y sobre todo salir en ese tipo de publicaciones"), Rosa de Lima Manzano era ayer el centro máximo de interés de los informadores que asistieron al acto. Cohibida ante la tormenta de flashes y sin poder controlar su timidez, contó que tiene tres hijos Alvaro, Nagore y Urko de cuatro, tres y dos años respectivamente, que acuden a preescolar -el mayor- y a una guardería, "a los que veo menos de lo que quisiera desde que me dediqué activamente a la política". "Tengo, no obstante, mi vida organizada para poder compaginar mis actividades políticas y mi papel de madre. Soy muy niñera, pero sé desde hace años lo que es renunciar a los fines de semana en familia."

La aceptación del nuevo cargo le obligará dividirla. Ella se trasladará a Palencia con sus hijos y su marido se quedará en Burgos. El cargo le arañará aún mas tiempo a su ya reducido ocio, que ocupa en la lectura y en la audición de música clásica y moderna. Se declara devoradora de novelas costumbristas y ferviente admiradora de los Beatles y de Neil Diamond. Los impresionistas franceses y Picasso resumirían sus gustos en la pintura, una de sus principales aficiones, como lo es la fotografía "en la que soy una amateur".

Su marido, una tía y dos primas asistieron al acto de toma de posesión de su cargo. "Es una mujer", la definían, "fundamentalmente sencilla, con mucho carácter y una voluntad de hierro, pero al mismo tiempo muy sensible. No es una mujer presumida ni le gustan en exceso los trapitos".

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